Replicantes.

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España, 2009.

Sunset Boulevard

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El que Busca Encuentra

jueves, 31 de enero de 2013

Life Of Pi



REDONDO.

Life Of Pi.
Una Aventura Extraordinaria (Ang Lee, 2012)

Sin lugar a dudas, Ang Lee se ha convertido rápidamente en el director comodín de Hollywood. Desde su afianzamiento en el mundo de la alta farándula occidental con Crouching Tiger, Hidden Dragon (2000), su filmografía divaga por distantes senderos (la homosexualidad, el drama de época, las adicciones, el rock psicodélico e inclusive un paso fatídico por el cómic) que lo han mantenido cerca de los escaparates más apremiantes de Hollywood, pero que si nos sinceramos un poco, no le han dejado cuajar ni un estilo formal, ni un discurso particular. Un sello liberadoramente personal, digamos.

Con Life Of Pi, su más reciente cinta, el caso queda más que claro. El proyecto-reto de llevar a las pantallas la novela de Yann Martel había sido ya cedido anteriormente a directores como Jean-Pierre Jeunet (Amelie) y nuestro connacional Alfonso Cuarón, que en pocos meses lo abandonaron debido a distintos factores…  Ahora bien, no se requiere de mucha experticia para entender que una producción así –con alto riesgo capital– requería entonces de una mano prudente, atractiva, que háblase tanto el lenguaje de los grandes estudios como el de la audiencia; un público que habría de fluctuar entre aquellos gustosos de ver cine y aquellos que sólo buscan el mero entretenimiento.  La apuesta era clara, básica y hasta obligada: Ang Lee.

Pero centrémonos en su cinta, en Life Of Pi. Una cinta que claramente se extravía en su primera parte (la primera media hora resulta ser un laberinto cuasi amateur de la que poco o casi nada se rescatará hacía el final) pero que logra, gracias al oficio de su realizador, componerse –e irse recomponiendo– a lo largo de su metraje. Una película, pues, que claramente va de menos a más y que se inscribe, en realidad, lejos de los códigos de la aventura (la cual toma más bien como eje narrativo) para componerse más bien bajo las disposiciones del melodrama.

Resulta evidente que el peso de la música y el desenvolvimiento de personajes simples son los que van dándole cabida a su entramado, ritmo a sus espacios y asociación con la audiencia. Son estos, pues, claramente los factores que vinculan de la mejor manera los eslabones emotivos que el espectador contiene y exige –en ciertos momentos– obligados por la propia mano del realizador, así como la más que eficiente actuación de su actor Suraj Sharma que tuvo que imaginarselo todo para nosotros, público, creerlo fehacientemente. No podemos, pues, negarnos el hecho de que Ang Lee mantiene el control de su cinta a partir de que el conflicto es puesto finalmente sobre la mesa. No obstante, es esto, el conflicto principal (parte medular pero no única de cualquier cinta) lo único que mantiene bajo su rigor, dejando a un lado el resto de la cinta y tornándola de una falta de redondez inmediata.

Visualmente espectacular, la cinta nos presenta adelantos tecnológicos de primer orden que son tratados de ecuánime manera entre un uso benévolo para con la narrativa propia del filme, así como el de su exposición mercadológica.

Life Of Pi, pues, termina por funcionar en varios de sus aspectos (los más importantes al menos). Es una cinta que ataca de manera inconstante al espectador pero eficiente en los momentos clave. De esta manera, entonces, Ang Lee torna innegables tanto su oficio como su conocimiento a través de un proyecto que no sólo era un reto visual, sino también narratológico: mantener un melodrama a la vieja usanza de Hollywood (asunto que ya resulta lo bastante delicado), con tan sólo dos personajes –confinados ellos a una lancha de rescate en medio del océano– y siendo uno de estos un tigre de bengala.

Obligadamente asequible a los premios; por lo menos a las nominaciones de los altos estratos de la industria norteamericana según sus propias reglas (sino que estudio se atrevería de nueva cuenta a llevar un proyecto así a la pantalla grande), Life Of Pi bebe de un trabajo hecho bajo las normativas estándares de calidad. Un fotografía factible y preciosista a cargo de Claudio Miranda, una partitura eficiente y manipuladora (porque así debía de ser) compuesta por Mychael Danna, y un montaje de Tim Squyres que lejos de impresionar con sus sobreposiciones, resulta estorboso y difiere del estilo de la trama (asunto que en efecto, ha denotado cierta constante estilística –de mal gusto si me preguntan– por parte del propio Lee). Mención aparte merece todo el equipo que diseñó e ideó a los personajes y mundos computarizados que son de una realidad sobresaliente.

Al final de cuentas Life Of Pi nos entrega, como hacía mucho no se veía lejos del imperio de Pixar, una cinta para toda la familia que se disfruta, se siente y se sufre de una manera en que los códigos morales dictaminan en nuestra cultura occidental. No obstante, lejos de todo ello, para el final del encadenamiento del conflicto central, uno no puede sino sentirse más que inmerso en la unión que estos dos personajes crean bajo una sinergia que pocas veces se logra con tal éxito en el cine. Y debido a que uno de ellos ni siquiera existió (técnicamente), la magia del séptimo arte queda expuesta de manera preeminente en esta cinta.

Una Aventura Extraordinaria de Ang Lee
Calificación: 3 de 5 (Buena a secas).

viernes, 25 de enero de 2013

Lincoln


REDONDO.

Lincoln
Lincoln (Steven Spielberg, 2012)

“El niño perdido” ha sido causa y efecto de todos, o casi todos, los filmes que Steven Spielberg ha llevado a la pantalla durante su más que vasta carrera como uno de los directores hollywoodenses más prolíficos en las últimas décadas. Y así como no podemos negarnos el hecho de que su cine circunda siempre por símiles parajes, tampoco podemos ocultarnos el talento, tanto en técnica como en narrativa, que recubren heterogéneamente, eso sí, todas sus cintas. Es un director que se ha vuelto, pues, con el paso del tiempo, más que reconocible en sus diferentes facetas. Un realizador que ama sin duda lo que hace pero que dicha pasión también le ha cobrado demasiadas facturas, sobre todo en el último movimiento de un gran número de sus películas.

El caso con Licoln, su más reciente entrega, no rompe el molde antes citado. No obstante, hay ciertos guiños que enceran de una manera diferente el entramado para si; no se trata de un Spielberg que coloca un personaje maduro al frente de su drama (ya lo ha hecho en anteriores ocasiones), sino que es él mismo el que da muestras de esa sapiencia que sólo el tiempo pueda suscitar. Es un Spielberg que juega, pues, durante largo rato del metraje, pausado y de sugestiva espesura, con los estragos de un cuerpo cansado y una mente instruida. Como realizador da un paso atrás y deja que sus actores tomen el control de la trama; deja correr el plano y nos muestra la avidez pura de su elenco. Hace a un lado la economía visual del cine contemporáneo y enriquece su cinta desde un ángulo más cauteloso, más expectante y dulcemente tenso en ciertas escenas.

Spielberg da rienda suelta, entonces, a un discurso que circunda la política actual de su país –en su industria no existen las coincidencias con la vida activamente social de la nación– y la pernea de historia bajo el encantamiento aleccionado de unos de sus símbolos universales. Su Lincoln, pues, termina siendo una de sus tramas más redondas, y es que lejos de contener, en efecto, todos esos momentos meramente Spielbergianos (incluyendo a un hijo de Lincoln cuasi extraviado –o más bien omnipresente– en la Casa Blanca durante casi toda la trama), además de las obligadas escenas de rigor castamente patriótico que bien se pudieron quitar sin efecto alguno (pero que por otro lado habría dado como resultado miles de quejas por parte del norteamericano promedio), no se abandona ni rebasa, como suele pasarle al Sr. Spielberg, sino que se mantiene curiosamente en su carril.

Al estar frente a Lincoln, queda claro, nos enfrentamos a una cinta meramente política, a una Biopic inusual; a un entramado que raramente se auxilia del Thriller pero que no queda allí, en las conjunciones de estos elementos de manera simple, no. Lincoln es, si pudiera hacérsele justicia ante su peculiaridad, un Thriller legislativo. Una película que exige la atención de su auditorio, una cinta de ritmo pausado que integra sus elementos de forma clara pero de manera clave para el desarrollo de todo lo que ira aconteciendo, paso a paso, y dentro de una atmosfera ensimismada (con ayuda de ciertos dejos de humor colocados de manera quirúrgica a lo largo de la cinta, sin que todos ellos sean de fina mano), que poco a poco, se quiera o no se quiera, nos empapa con el objetivo puro de una cinta plenamente americana: mantenernos al filo de la butaca en un clímax, que aunque ya se sepa resuelto, nos mantiene cautivos. Y es en este momento, tal vez, cuando se es más evidente el trabajo maduro y serio de Spielberg en ésta su más que Oscareable película.

Con la ayuda de su equipo habitual, Michael Kahn en un montaje que vuelve a la cinta más un retrato que un encadenamiento, John Williams con una fina e imperceptible atmósfera musical (como hacía tiempo no componía) y la más que notable fotografía de Janusz Kaminski, Spielberg nos presenta su más reciente trabajo. Mención aparte, claro, merece el elegante y arduo trabajo de Tony Kushner, así como el sobresaliente trabajo actoral de un elenco que no muestra altibajos a lo largo de la cinta sino que al contrario, se muestra sumamente homogéneo en lo que respecta a la calidad de sus interpretaciones.

Lincoln, pues, resulta ser más que la “humanización” de un personaje icónico del mundo político occidental. En efecto, sí, se nos muestra débil, cansado, petulante y hasta en cierto nivel ilícito, pero como película se muestra firme, educada y clara (atributos que actualmente no siempre se reúnen). No obstante, el tiempo la irá relegando de los escaparates públicos para irle armando de cierta patina que tal vez la vuelva en una especie de clásico estadounidense.

Lincoln de Spielberg.
Calificación: 3.5 de 5 (Buena y un tanto más.) 

viernes, 11 de enero de 2013

La Cajita De Las Rolas: Las Treceavas 5 Cajitas.


La Cajita De Las Rolas.

LAS TRECEAVAS 5 CAJITAS.

Las primeras listas variadas, después de la serie Diez de Diez fueron las que cerraron el año y posteriormente abrieron el consecuente. La aventura radial no para, se extiende. 

61.- El Sonido De Los 90.

Definir una década siempre es una tarea ardua, digamos que imposible. No así, enfocado en los géneros que circundan siempre La Cajita De Las Rolas me dí al oficio de resumir lo que para mi, tal vez ególatramente, conocí durante esos años y me dio brios para continuar con la melomanía que ha caracterizado todas las emisiones. Esperando, claro, de la forma más sencilla y honesta, que también el escucha logré ese dejo de nostalgia en su haber.

01.        Keep Talking – Pink Floyd. “The Division Bell, 1994”
02.        Stash – Phish. “A Picture Of Nectar, 1992”
03.        Sting Me – The Black Crowes. “The Southern Harmony And Musical Companion, 1992”
04.        Warehouse – Dave Matthews Band. “Under The Table And Dreaming, 1994”
05.        Sanctified Shells – Steve Turre. “Sanctified Shells, 1992”
06.        Fallible – Blues Traveler. “Four, 1994”
07.        Isotope – Allan Holdsworth. “None Too Soon, 1996”
08.        You Not Me – Dream Theater. “falling Into Infinity, 1997”
09.        Shame In You – Alice In Chains. “Alice In Chains, 1995”
10.        Let Down – Radiohead. “Ok Computer, 1997”
11.        Manhattan – Eric Jhonson. “G3 Live In Concert, 1996”
12.        The Universal – Blur. “The Great Escape, 1995”
13.        Mailman – Soundgarden. “Superunknown, 1994”

62.- La Cajita Navideña.

El año pasado, por estar en las primeras emisiones y no tener un futuro certero, no quise agregar el programa a las festividades de diciembre. No obstante de nos ser muy asiduo a ella, este ciclo sí opte por preparar un programa con algunas canciones que hablasen sobre la época, todo esto, claro, en tributo, agradecimiento y buenos deseos para nuestros escuchas.

01.        Little Saint Nicky – The Beach Boys. “1963 (Single)”
02.        A Christmas Camel – Procol Harum. “A Whiter Shade Of Pale, 1967”
03.        A Christmas Song – Jethro Tull. “The Jethro Tull Christmas Album, 2003”
04.        I'll Be Home For Christmas -  Bob Dylan. “Christmas In The Heart, 2009”
05.        Silent Night – Stanley Jordan. “Standars, Vol. 1. 1986”
06.        Let Me Sleep – Pearl Jam. Pearl “Christmas Single, 1961”
07.        Santa Claus Is Coming To Town – X. “Merry Xmas From X, 2009”
08.        She Cames Home For Christmas – Mew. “Frengers, 2003”
09.        Christmas Time Is Here – Steve Vai. “Merry Axemas, 1996 (Compilación)”
10.        Christmas – The Who. “Tommy, 1969”
11.        I Believe In father Christmas – Emerson, Lake & Palmer. “1974 (Single)”
12.        Christmas Valley – The Walkabaouts. “Devil's Road, 1996”
13.        White Christmas – Joe Pass. “Six String Santa, 1992”

63.- Lo Mejor Del 2012.

Y el final de año llego de nueva cuenta, así que de manera sencilla y humilde hice mi resumen, sumamente particular, del año. No es que en realidad sea lo mejor, sino que es un breve vistazo a lo que creo es una muestra de lo que se destaco en los géneros que se escuchan en este programa. Como siempre, faltaron muchas cosas pero creo que es una buena muestra de lo que fue musicalmente el 2012.

01.        Lazarus – David Byrne & St. Vincent. “Love This Giant, 2012”
02.        Rocky Ground – Bruce Springsteen. “Wrecking Ball, 2012”
03.        Kingdom Of Izzness – Dr. John. “Locked Down, 2012”
04.        A Thousand Days Before – Soundgarden. “King Animal, 2012”
05.        Curse Of The Ninth – Trioscapes. “Separate Realities, 2012”
06.        Right Down The Line  - Bonnie Raitt. “Slipstream, 2012”
07.        There Ain't No Sweet Man That's Worth The Salt Of My Tears – Diana Krall. “Glad Rag Doll, 2012”
08.        Blood And Water – Mark Knopfler. “Privateering, 2012”
09.        Love Is What I'm Waiting For – Flying Colours. “Flying Colours, 2012”
10.        Headlong Flight – Rush. “Clockwork Angels, 2012”
11.        She's Always Dancing – Neil Young. “Psychedelic Pill, 2012”
12.        Spam Boo Limbo – Lee Ritenour. “Rhythm Sessions, 2012”
13.        Roll On John – Bob Dylan. “Tempest, 2012”

64.- De Luz…

El segundo año de La Cajita comenzó con una serie de diez programas. Y prosiguiendo con la moda, opté por armar un pequeño serial que diera  inicio al 2013. La serie trataría el lado positivo que todo mundo busca en esas fechas. Busqué, entonces, canciones no tanto optimistas ni aleccionadoras, pero sí que estuvieran cercano a ello.

01.        Better Things – The Kinks. “Give the People What They Want, 1981”
02.        Into The Great Wide Open – Tom Petty & The Heartbreakers. “Into The Great Wide Open, 1991”
03.        Dreams – Van Halen. “5150, 1986”
04.        Dream On – Aerosmith. “Aerosmtih, 1973”
05.        Resist – Rush. “Test For Echo, 1996”
06.        I'm So Glad – Cream. “Fresh Cream, 1966”
07.        This Is What I Believe In – Adrian Belew. “Inner Revolution, 1992”
08.        Start Me Up – The Rolling Stones. “Tattoo You, 1981”
09.        Smile – Jeff Lynne. “Long Wave, 2012”
10.        Be Yourself – Graham Nash. “Songs  For Beginners, 1971.”
11.        Sostente De Píe – Real De Catorce. “Voces Interiores, 1992”
12.        Kiss That Frog – Peter Gabriel. “Us, 1992”
13.        Time And A Word – Yes. “Time And A Word, 19790”

65.- …& Oscuridad.

Para cerrar la pequeña serie, o más bien programa doble que comenzó en la edición pasada, hice una lista con canciones espesas y densas –en cuanto a su musicalidad– y/o que retratarán ciertas tristezas, soledades o locuras.

01.        Heart And Soul – Joy Division. “Closer, 1980”
02.        Dominoes (2010 Mix) – Syd Barret. “An Introduction To Syd Barrett, 2010”
03.        Time Confusion – Arthur Brown. “The Crazy World Of Arthur Brown, 1968”
04.        Será Por Eso – Caifanes. “Caifanes, 1988”
05.        Three Tired Hands – Krobak. “Vorkoma, 2008”
06.        Transfusión – La Castañeda. “Servicios Generales II, 1992”
07.        Alone Again Or – Love. “Forever Changes, 1967”
08.        Nutshell – Alice In Chains. “Jar OF Flies, 1994”
09.        Día Negro – La Barranca. “Tempestad, 1997”
10.        4th Of July – Soundgarden. “Superunknown, 1994”
11.        Going Nowhere – The Cure. “The Cure, 2004”
12.        Nobody Home – Pink Floyd. “The Wall, 1979”
13.        A Thousand Kisses Deep – Leonard Cohen. “Ten New Songs, 2001”

lunes, 7 de enero de 2013

The Impossible


REDONDO.

The Impossible
Lo Imposible (Juan Antonio Bayona, 2012)

Con “Lo Imposible”, segundo largometraje de realizador español Juan Antonio Bayona; que saltará a la fama por “El Orfanato (2007)”, nos encontramos ante una disyuntiva de valores heterogéneos que dejan al filme en cierto velo irresoluto.

Si bien añadimos la cinta a los extramuros del subgénero “Cine-Desastre”, ésta podría bien catalogarse como una de las mejores en su rubro, esto incluso sin poner de frente las diferencias tecnológicas tan predominantes en la actualidad para el espectador joven; claves relevantes en el discurso visual de este tipo de filmes... Su hechura, pues, resulta no tener tan mala mano. El director encuentra personalmente su ritmo en la homogeneidad de una ciudad que no sabe a bien como actuar frente a las consecuencias de una catástrofe a la que se elude, pero que lejos de ser ésta una directriz para la trama, la sobrepasa. Dicho de otra manera: la cadencia de la cinta es estática posteriormente al morbo de la explicites del cataclismo –logrado con mayor eficacia hacía el final de la cinta que en su primera parte, y quedando detrás de las secuencias que aluden al mismo hecho en la mediana “Hereafter” (Eastwood, 2010).

Se trata entonces, claramente, de una cinta simple que se va contando sin muchas dificultades. Su director logra un objetivo narrativo, pero dicho propósito o intención, resulta no ser del todo una oposición mayor al hecho de llevar a las pantallas –de la forma más realista posible– la descomunal hecatombe natural de la década. La historia es estrictamente sencilla y logra ciertos tenores de emoción al ubicarnos, como espectadores, en una de las células de acción (una mitad de la familia fracturada). No obstante, lo que lentamente se va obteniendo de ello se pierde del otro lado de la trama. Acaecidos en un ritmo pausado que intenta cierta tensión (lograda en ocasiones), se vuelve llano y fugaz del otro. Es pues ésta la división que demanda, la que quiebra los estilos y torna predecible la trama.

Con sobrias actuaciones, el peso de la trama se va repartiendo entre la ambientación, la desdicha gradual (a cargo del maquillaje), algunas historias secundarias que nos no llevan a ningún lado, ciertas remembranzas y la siempre posibilidad de la buena voluntad. Es claro, pues, que en cierto momento del entramado (como ya se ha mencionado), las cosas ya se han resuelto en la mente del espectador, forzando el campo emotivo a través de la banda sonora –ligera música de Fernando Velázquez–, la fotografía de Óscar Faura y el más que eficaz arte de Eugenio Caballero.

Juan Antonio Bayona no lo hace mal, pero tampoco deja un camino que seguir en ésta su segunda cinta… “Lo Imposible” termina por ser una película que entretiene medianamente por momentos pero que no lleva a más. Es una cinta que enmarcada en el subgénero referido con antelación le va de mucho mejor manera, pero que al igual que a sus predecesoras en dicha clase, tiene un muy olvidable futuro y legado.

Lo Imposible de Juan Antonio Bayona.
Calificación: 3 de 5 (Regular).