Replicantes.

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España, 2009.

Sunset Boulevard

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El que Busca Encuentra

sábado, 30 de agosto de 2014

Músicos En Ruta. Episodio 05: Tor

Nuestro quinto invitado a viajar en nuestro taxi oficial fue Tor Rivera, ahora cantautor de la ciudad pero con un pasado bastante agitado en diversas bandas de estilos diversos, sobre todo algunas enfocadas al Grunge. Sobre su pasado, su manía por la poesía y las ganas de una buena lírica son algunos de los temas que tocó. De él aprendí que se pueden enfocar todas las energías en un proyecto en solitario e irlo sumando y conquistando. No todo es en agrupaciones, uno mismo puede ser una banda. 







lunes, 25 de agosto de 2014

Un Ave Fénix Parada Encima De Un Nopal…


Un Ave Fénix Parada Encima De Un Nopal…

Inflexiones sobre el Cine Mexicano a través del verbo renacer. 




El cine  de todos las regiones se ha reescrito en incontables ocasiones siendo distintos los entornos que han marcado estas cicatrices o bien nuevos rumbos.  Desde los encuadres políticos hasta las económicos, pasando por los siempre refrescantes movimientos sociales o manifiestos artísticos, es algo que ni siquiera las industrias existentes en el mundo han podido frenar. Podríamos resumirlo como un sano entendimiento del renacer generacional.; Desde que se avala el cine con la posibilidad de ser una representación social con Kracauer en la Alemania de entre guerras, todos los países han visto enmarcar estilos y cualidades en distintos periodos; algunos de éstos perdidos, algunos reencontrados años más tarde para el culto o el gusto kitsch de otros movimientos: banderas que ondean en el horizonte de corrientes nutridas del pasado. Nuestro cine, tantas veces llamado al renacimiento de su calidad, no está ajeno a todo ello.



Desde el llamado inicial por parte de la política derrocada (Porfirio Díaz como protagonista de sus propias cintas) en el supuesto movimiento revolucionario; mismo que llenara los primeros filmes de la llamada “Época de Oro”, el cine en México se ve envuelto bajo ciertos criterios que han marcado su paso sistemáticamente. Las razones de sus melodramas para convenir tanto con el miedo estadounidense a una influencia fascista y/o socialista después de la Segunda Guerra Mundial, como con la utilidad para hacer ver un mejor escenario de vida en las clases baja y media baja, genera y regenera la nostalgia de un México contado a escala de grises, adornado siempre con las buenas intenciones de los pobres (ahora jodidos), en un cine que es parte sustancial de una educación que sirvió consecuentemente para el encubrimiento de una “verdad” socio-política pero bajo un sello de calidad alto, muy alto en ocasiones si partimos del uso del lenguaje, la técnica y la narrativa. Asunto que, debido al alejamiento de la ayuda de nuestro siempre bipolar vecino del norte, decae prontamente gracias a la falta de escuelas firmes: la degeneración. Es entonces cuando la televisión se convierte en el medio preferido –y predilecto– para ese velo de veracidad y el cine es heredado a la política con toda su burocracia, por un lado, y a los favoritismos por el otro.


Surge así –tal vez resurge sea la palabra más incómodamente adecuada– un cine nacional que lucha con garras por oportunidades mientras se abrazan tramas de los bajos barrios del centralismo. La oportunidad de nuevos “estrellatos” se da a una generación que busca el bienestar propio sin importar las consecuencias (privilegios políticos de por medio), que se describe con un total desinterés ante la calidad evolutiva, cinematográficamente hablando, de aquellos tiempos vividos. Las anomalías de ese sistema, en este caso, daban y dan aún la vuelta al espectro de los tiempos “dorados”… las elegidas por el tiempo se cuentan como los amigos con los dedos de la mano. La mayoría, en realidad, resultaron bloques burdos narrativos que facilitaron y beneficiaron el amiguismo, el compadrazgo y la nueva industria de la droga. Los “grandes” filmes de dicho periodo (que hemos aprendido a apreciar desde una escala de valores distinta a la del mundo), no llegaron muy lejos dentro de los escaparates mundiales debido a su escaso presupuesto y poco espacio de manejabilidad fílmica (no creativa) bajo el paupérrimo contexto con que era manejada la cultura en nuestro país. Sin embargo, no todo estaba tan perdido…

Razones aparte se encuentran en nuestra ocasiones olvidada, en ocasiones recordada, elogiada y citada (a conveniencia) escuela de cine nacional, CUEC (después su jactanciosa y mediática hermana CCC), que más pronto que le llegó un movimiento –Cinema Novo– al cual adherirse, le alcanzó la fuerza del estado (Díaz Ordaz, Echeverría) y murió lo que podría haber sido una primera y segunda generación pensante de un cine distintivo e inteligentemente nacional.

El llamado “Nuevo cine mexicano”, el mismo en el que nadie se pone de acuerdo cómo y dónde nace, dónde muere (si es que lo hace) o re-nace o re-muere, aparece por brios de sacrificio personal. Un cine apoyado, sí, en parte por las mismas instancias gubernamentales pero que es, y está, educado fuera de éstas. Una generación que salta a un ruedo casi vuelto a la virginidad del mercado que acapara la atención por parte de organismos más fuertes y avocados al oficio de hacer, estudiar, criticar y analizar cine (nuestras escuelas se integran a éstas tareas gustosa y eficazmente), así como de algunos medios que le ven provecho para sí y algunos personajes (realizadores) educados y/o gustosos de lo extranjero. El cambio de estafeta, es cierto, no queda tan claro como los resultados puesto que realizadores que pelearon en el ring más reacio retoman los nuevos aires.

La época actual de nuestro cine, guste o no, es el resultado de esa apertura ochentena-noventera que se hizo a través de la expiación, el homenaje, la inmolación y el ofrecimiento al marketing –el tártaro de nuestra era–, que bajo sus preceptos, lejos de ir degenerándose como en otros tiempos, se ha abierto a distintas fronteras, mercados le llaman ellos,  y es así como tenemos hoy opciones de producción tan diversas. Lemon Films en su afán de creerse parte de una industria-espectáculo Mexican-hollywoodense. Los Three-Amigos, que lejos de acrecentar la producción nacional, propagan la de su familia y la de realizadores noveles de otros países (pero que llevan la bandera de México en cada festival al que visitan cual seleccionador nacional de futbol), los Mantarraya que reivindican el cine de autor con aperturas a las reglas cinematográficas (así como a su ego) en algunos de los más prestigiados festivales de cine del mundo, como también su brazo comercial: Cadereyta Films. Están los Canana, otrora guapos y deseados de la nación, que tratan de dar (o más bien darse) oportunidad(es), está su gira Ambulante que abre caminos al documental, están distribuidoras como Corazón Films, Zima, los propios Mantarraya que se auto-mercadean. Están los festivales nacionales a los que asisten algunos de los directores de mayor renombre y que cumplen más años de los que uno estaba enterado de su existencia… y un largo, pero no tan largo etcétera.

El cine mexicano está, sí. Está y se encuentra en una época en la que existe alrededor del mundo con garbo, presencia y sustancia. Como todo en su historia, tiene sus excepciones para bien y para mal, para mal y para bien. Las instancias federativas continúan rigiendo gran parte del espectro fílmico, pero ahora, por fin, se puede dar paso adelante por lados alternos. Eso, claro, no quita el siempre combativo territorio de esta maravillosa y terca guerra de querer hacer un filme, llevarlo a cabo, terminarlo, venderlo, distribuirlo y, sobre todo, ver ganancias en  ello. Pero que más da, el sentido de una industria no nos pertenece, como a ningún otro país exceptuando la India y Estados Unidos (donde cada vez el cine independiente lo es y lo parece menos). Nuestro cine es lo que cuenta su propia trama: parte de una historia de por sí ya rebuscada como para irla fragmentando más y más. No se trata de una cadena con eslabones que se dan paso unos a otros –para eso tenemos ya el día a día–, nuestro cine es uno solo y sólo uno. No hay ni uno nuevo, ni uno viejo, ni uno clásico o dorado. El cine nacional es su pasado, presente y futuro. Uno que nos atañe, sí y es innegable que en él nos veamos y escribamos; que en él nos inventemos y también nos reinventemos, que  nos analicemos y nos describamos fielmente… A final de cuentas hemos sido lo que hemos de ser a lo largo del camino, pero eso, sépase de antemano, pasa en todo el mundo.

domingo, 24 de agosto de 2014

Músicos En Ruta. Episodio 04: Dani

El cuarto pasajero de Músicos En Ruta fue Daniel Cruz, bajista de Los Aguas Aguas; una de las agrupaciones más populares de la ciudad. La meta era posicionar con Ovidio, Camil y Dani las entregas. Que la gente las conociera y de esta manera se interesará por las consecuentes. Con Dani el viaje fue extenso, su nostalgia territorial por su barrio, donde grabamos la entrevista, le fue otorgando un aura de revolucionario. De él aprendí que nunca hay que dejar de lado ese calor de la rebeldía para el día a día. 







domingo, 17 de agosto de 2014

Músicos En Ruta. Episodio 03: Camil

El tercer episodio de Músicos En Ruta se le agradece a nuestro anterior pasajero, Kenny, ya que fue él quien nos contactó con Camil, violinista de Sonex. Por primera vez estábamos frente a alguien sin previos nexos y la aventura resulto agradable y en demasía enriquecedora. Su voz no sólo recorre su proyecto sino todo su proceso musical desde la infancia. De él aprendí el coraje y la visión para mantenerse bajo el sueño de vivir del arte en ésta ciudad. 









domingo, 10 de agosto de 2014

Músicos En Ruta.


Músicos En Ruta.

Hice “Músicos En Ruta” porque el querer ser escuchado es también aspirar a dejarse atender. Sobre todo permitir ese bello hecho: escuchar; acceder y percibir diferentes voces que conforman un discurso en el cual uno puede apuntalarse, centrarse (aplicarse) o bien contrariarse cuyo objetivo final, me queda claro, es aprender y aprehender al mismo tiempo. Dejarse compartir y cooperar, pues, para que los silencios muten en ecos dentro de una textura cavernosa en la que hemos habitado tantos ciclos (y vistos tantas veces) que casi nos tornamos invisibles. Hice “Músicos En Ruta” porque se dio el tiempo y las formas. Porque me di la oportunidad de hacerlo y al final, visto ya el inicio desde la curva final, valió bastante la pena.

El camino tuvo sus altibajos, sus dudas iniciales y sus temores a tan sólo rellenar espacios que se quedasen sin mayores aspavientos que los personales; asunto que hubiera roto con mis propios principios autorales. Si debía de hacerse, debía de ser bajo factores llanamente simples; las florituras debían prevalecer del color de cada uno de las personajes. Y así, bajo los preceptos que siempre he utilizado en diversos caminos fue como me enfrasqué junto a varios colegas que estimo en demasía a formar una pequeña empresa, pongámoslo así, para la aventura. El camino era incierto pero al final de cuentas musical, que era lo que en realidad me había movido originalmente.

La historia comenzó tan trivial como todo proyecto al que me avoco debe ser; casi una obligación moral que mi propio camino ha ido trazando. Sentado en una mesa de la sección de fumar de un Vips me ofrecieron hacer una sección para el Distopía Colectivo, fundado en esos mismos días por unos amigos –yo incluido. Las secciones debían centrarse en el arte y la ciudad; amalgamar los conceptos. Y si bien el Cine es mi profesión y una de mis más grandes pasiones, la Música no se queda atrás: es para mi vital, necesaria y  trascendental –lo será hasta ese día en que me funda en ella como una nota dentro del pentagrama universal. Digamos que no soy de los que la colocan para un simple fondo de cabalidad social o vil entretenimiento,¡no!, la devoro sentado y con todos mis sentidos abiertos en ella… Si bien del Cine “vivo” o pretendo hacerlo, sentí un pequeño refrescar en la oportunidad de hacer algo un tanto diferente pero sin alejarme de mi instrucción académica principal; además de que la sección de Cine ya estaba otorgada para bien.

Estando la sección musical libre, la tomé sin preámbulos ni mayores cortesías que el ángulo local que se solicitaba en la mesa. “Conozco a algunos de los músicos de la ciudad”, me dije, “estos habrán de contactarme con otros y estos mismos ser el eslabón para compartir las cápsulas”. Mi lógica inicial era una apuesta que con el paso de los meses sería la mayor arma y carisma para obtener una respuesta mucho mayor a la esperada.

La entrevista fue lo primero que se me vino a la mente; quizá yo sentado frente al músico en un gran cuarto blanco como en uno de esos performance tan en boga en galerías de Nueva York y Londres… Pero eso en realidad a cualquiera con un poquito de cerebro y sensibilidad le iba a dar, en demasía, una terrible hueva. Además, no confiaría en nadie que viera los resultados sin bostezar y después me dijera que le gustó con un abrazo en la espada (lo que en realidad debía de ser una estocada)... Perdería muchos amigos sin duda, muchos, y ese no era el caso ni la intención. Obviando esto, recordé un programa de entrevistas a políticos y artistas de diversos estilos que viajaban en un sillón colocado en una especie de camión mientras andaban por la Ciudad de México. Y como a mi siempre me ha encantado entablar charlas folclóricas con los taxistas de la ciudad, logré los conceptos base para mi sección: jamás, lo digo con total honestidad, se pretendieron estos como un asunto de originalidad –cosa que al principio costó demostrar– sino como un factor más de color al hecho de entrevistar. Digamos que sólo era mi afición a platicar mientras viajo por las calles de la ciudad acompañado de un desconocido.

El camino se dio inicio, pues, con las trabas y repercusiones iniciales cuasi obligatorias. No obstante, sin pensarse o planificarse de esa manera las cosas comenzaron a salir adelante; demasiado aprisa diría yo. Así que a mal nos dimos un receso innecesario que nos costó un poco desactivar al principio que de buena gana la disciplina y la pasión relegó. Salimos avantes, sí, y agradecidos concluyendo las diez entregas pactadas originalmente. Fue un camino largo, casi un calendario entero rebasado el que nos hizo ver, con una sonrisa en la cara y la nostalgia pactada en los brios, como todo terminaba con un gordo anecdotario bajo el brazo: enseñanzas, aprendizajes a todos niveles y mucha, mucha, música alrededor. ¡Que mejor recompensa!

De las cápsulas ni hablar, ahí están para que cualquiera pueda darles un pequeño click y vivirlas (y revivirlas) tal cual el mundo moderno dicta. Siempre lo he dicho ¿qué explicar que no esté explicado ya dentro de la obra en si? Queda en todo caso agradecer a quienes hicieron posible todo esto. El equipo que me acompaño e hizo esto posible: Said Escudero, José Huerta, Alfredo Marín, Daniel Viveros. A quienes estuvieron detrás con un apoyo incondicional: Vianey Silva y el resto del Colectivo del cual ya no formo parte activa por razones laborales: Pablo Sinhué, Hansel Toscano, Gabriel Sosa, Roberto Juanz y todos aquellos que nos contactaron con los músicos que queríamos retratar: Iyari Martínez, Nadia Armas, Eliseo Hernández y Ovidio Hernández. Que decir de nuestros diez pasajeros a los cuales nos debemos para que esto haya sido una realidad: Ismalo Díaz, Ovidio Hernández, Camil Meseguer, Daniel Cruz, Tor Rivera, Luis Vega, Rolando Alarcón, Eliseo Hernández, Octavio Viveros & Norberto Cuevas.

De todos ellos aprendí y reaprendí conceptos como Disciplina, Coraje, Valor y Necesidad, también esa Falta y Vacío de Foros, Recursos y Oportunidad en la ciudad. Asimismo viví Pasión, mucha Pasión en sus voces, un entusiasmo de aquellos que se encarna y nos hace mirar al horizonte con una sonrisa malévola en la comisura de los labios para siempre. Hice “Músicos En Ruta”, pues, porque me di la oportunidad. La oportunidad de escuchar, de otorgar su legado a quienes han abierto puertas, caminos y cerrado ciclos… Renacidos a la luz o las sombras como pilares de un movimiento musical al cual no se le ha hecho total justicia.

Desde nuestra esquina estamos claros, no hemos hecho música ni lo hemos intentado bajo estos argumentos audiovisuales, no. Acaso, si soy sincero, mis colegas y yo decidimos ser tan sólo un acento en las notas de estos grandes sujetos que a muchos han hecho vibrar. Darles una voz a aquellos que decidieron ya desde origen ser una voz y representarlos como lo que decidieron ser. Y así, tan simple como suena, se los dimos a ver para que fuéramos todos escuchados.


A. Güiris V.
Agosto 2014

viernes, 8 de agosto de 2014

Músicos En Ruta. Episodio 02: Ovidio


El segundo episodio de Músicos En Ruta fue más o menos sencillo, Ovidio era un conocido con el que ya había trabajado anteriormente así que no nos costó presentarle el piloto –el capítulo anterior– y convencerlo de subirse al Taxi. Como era previsible, la entrevista resultó amplia y aquí fue donde el aprendizaje de la edición final comenzó; en adelante los invitados se explayarían pero nunca fue impedimento para mantenernos en un estándar de tiempo final. Amante de la música Latina, de ciertos rincones del Rock, del líder de Soflama aprendí que en Xalapa sí existen los músicos disciplinados, con una meta e idea clara en la cabeza que seguir y por la cual luchar. Hay que agradecer a Ovidio, de igual manera, el apoyarnos para que los consecuentes dos episodios pudieran darse.







martes, 5 de agosto de 2014

Mis 100 Canciones Favoritas.



Es de reconocerse que con los años uno va escuchando y aprendiendo; aprehendiendo de igual manera. Los clásicos musicales se nos obligan a los oídos como una academia justa para con el tiempo, sí, pero después cada uno crea su juicio y muchos de estos obligados o bien se estancan o simple y llanamente se guardan en el cajón de los básicos. Algunas melodías, es cierto, se nos pegan con caramelo y aunque uno no quisiera del todo, aparecen repentinamente en la retina gustativa quedándose ahí atrapadas para crear lo que somos en cierta etapa de nuestras vidas. En una lista de favoritas siempre habrá una que otra cursilería, dos que tres rarezas, diversos "básicos" que se pernearon con la honestidad de los años y muchas más piezas que nos construyen musicalmente. 

De los 32 años que tengo en este momento, la gran mayoría de ellos me la he pasado escuchando música a conciencia; me encanta devorarla en la paz de mi memoria; me fascina su diversidad. A pesar de que hubiera podido realizarla más heroica o más elitista, fui honesto con mis gustos y mis llamamientos durante este largo periodo y elegí las que sinceramente lo son... A conciencia sé que esta lista cambiará con el paso de los ciclos pero debido al ocio de estos días, esa es la puritita verdad, he aquí mi primer corte de caja. 



Mis 100 Canciones Favoritas
(en orden alfabetico)

74 Years Young
Buddy Guy

And You And I
Yes

April Come She Will
Simon & Garfunkel

Baba O' Riley
The Who

Babe I'm Gonna Leave You
Led Zeppelin

Be In My Video
Frank Zappa

Beast Of Burden
Rolling Stones

Bell Bottom Blues
Derek And The Dominoes

Black Sabbath
Black Sabbath

Blue Train
John Coltrane

Boof Of Saturday
King Crimson

Bravado
Rush

Broche De Oro
El Personal

Burden In My Hand
Soundgarden

Canción De Los Plomos
Oveja Negra

Beglückt Darf Nun Dich, O Heimat" (Pilgrims Chorus)
Richard Wagner

Cause We've Ended As Lovers
Jeff Beck

Child In Time
Deep Purple

Children Of The Grave
Black Sabbath

Dark Globe
David Gilmour
(Versión)
Days
The Kinks

Déjà Vu
Crosby, Stills, Nash & Young
Discontinuous Spiral
KBB

Distante Instante
Rockdrigo Gónzalez

Django
Joe Pass

Fade
Lite

Family Snapshot
Peter Gabriel

Fly… Nightbird
Roy Buchanan

Frame By Frame
King Crimson

Free Bird
Lynyrd Skynyrd

Garden
Rush

Girl From The North Country
Bob Dylan

Given To Fly
Pearl Jam

Good Morning Little Schoolgirl
The Derek Trucks Band
(Versión)
Harvest Moon
Neil Young

Hill Farmer Blues
Mark Knopfler

I Could Never Be A Soldier
Gnidrolog

I've Never Been In Love Before
Chet Baker

In My Tree
Pearl Jam

Indifference
Pearl Jam

Innuendo
Queen

It Ain't Me Babe
Bob Dylan

It Makes No Difference
The Band

Jessica
The Allman Brothers Band

Kickin' Back
The Derek Trucks Band

Knots
Gentle Giant

Lady Of The Island
Crosby, Stills And Nash

Larks' Tongues in Aspic, Part Two
King Crimson

Laya
Pochakaite Malko

Leave My Girl Alone
Stevie Ray Vaughan & Double Trouble
(Versión)
Life On Mars
David Bowie

Love Is Green
Jeff Beck

Mary
Robert Fripp

Mercy Street
Peter Gabriel

My God
Jethro Tull

On The Beach
Neil Young

Panama Blues
Danilo Pérez

Regular People (Conceit)
Pantera

Pilar
Chucho Valdés

Revival
The Allman Brothers Band

Rude Mood
Stevie Ray Vaughan & Double Trouble
Sahib Teri Bandi Maki Madni
The Derek Trucks Band
(Versión)
Secret World
Peter Gabriel

Secuencia
Matias Pizarro

Shine On You Crazy Diamond
Pink Floyd

Since I've Been Loving You
Led Zeppelin

Sleep Song
Graham Nash

The Snake
Al Wilson

Something For Nothing
Rush

Sometimes World
Wishbone Ash

Song For Ellen
Joe Pass

Sonny's Back
Art Farmer & Benny Golson Jazztet
Southern Accents
Tom Petty & The Heartbreakers
Space Oddity
David Bowie

Strange Kind Of Woman
Deep Purple

Stuck Inside Of Mobile With The Memphis Blues Again
Bob Dylan

Tarkus
Emerson, Lake & Palmer

Té Para Tres
Soda Stereo

The Endless Enigma, Part I & II (Incluido"Fugue")
Emerson, Lake & Palmer

The Eternal Triangle
Sonny Stitt

The Rain Song
Led Zeppelin

The Zookeeper's Boy
Mew

Think About The Times
Ten Years After

Think Of Me With Kindness
Gentle Giant

Throw Your Arms Around Me
Hunters & Collectors

Time And A Word
Yes

Traje Desastre
Los Tres

Unknown Legend
Neil Young

Utopia
Tony Levin

Voodoo Child
Jimi Hendrix Experience

War Drums
War

Watcher Of The Skies
Genesis

We're Going Wrong
Cream

Were Not Gonna Take It
The Who

When A Blind Man Cries
Deep Purple

Whipping Post
The Allman Brothers Band

Why Have You Betrayed Me
Oscar Peterson

Wish You Were Here
Pink Floyd

Wreck
Gentle Giant

Zakir
Shakti