A William Friedkin le reconocemos más por The Exorcist (1973) y The French Connection (1971), pero su sello particular, centrado claramente en el ámbito y código policiaco contiene secretos; buenas películas y entramados que nos pueden ayudar a esclarecer su verdadero peso y labor como realizador cinematográfico. Hoy quisimos indagar un poco sobre ello. Aquí dos películas de Friedkin sin caer en las obviedades.
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EL Saloon regresa a la melomanía y ahora sí con todo el vestido largo de noche; a razón de que creemos que las experiencias cinematográficas también se pueden encontrar en los espectáculos que algunos músicos logran en sus giras. Y claro, de aquellos que lo documentan y nos lo hacen vivir cada que queramos. Para esta ocasión, pues, les traemos un par de conciertos que creemos que nos harán soñar despiertos tal cual lo hace una buena película.
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El comer es uno de los más grandes y universales placeres con que se ha encontrado el hombre a lo largo de su historia. Tanto que hasta un pecado capital nace de ello. La comida es, en cierta medida, un arte; su fabricación, su infinita combinación. Se trata de texturas, aromas y sabores que emocionan. El Cine, claro, no ha dejado de lado este tópico y aquí les traemos un par de películas que versan sobre ello.
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Después de pasado el Terror, el tópico de La Muerte se nos vino a la mente. Pero no quisimos adentrarnos en él de una manera banal sino como un quid con harto sustento discursivo. Es por ello que rebuscamos todas las películas que conocemos donde esa extraña y enigmática figura que nos despedirá de este mundo se ha encarnado, con la magia del Cine para hacernos reflexionar sobre su pesado rol en la existencia.
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