A William Friedkin le reconocemos más por The Exorcist (1973) y The French Connection (1971), pero su sello particular, centrado claramente en el ámbito y código policiaco contiene secretos; buenas películas y entramados que nos pueden ayudar a esclarecer su verdadero peso y labor como realizador cinematográfico. Hoy quisimos indagar un poco sobre ello. Aquí dos películas de Friedkin sin caer en las obviedades.
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