REDONDO.
Force Majeure
Fuerza Mayor (Ruben Östlund, 2014)
Ganadora del premio del jurado en la sección Una Cierta Mirada en el pasado Festival de Cine de Cannes, “Fuerza Mayor”se eleva como una de las comedias más interesantes e inteligentes en el pasado reciente del cine europeo. Una tragicomedia, podríamos decir, de la naturaleza humana en un rubro tan misterioso como encajonado: el matrimonio. La relación de este con la necesidad e idealismo de la valentía, el coraje, pero sobre todo –y bajo un elegante entendido– el miedo.
Sobre un pretexto sumamente sencillo: el padre de una familia que vacaciona en un complejo de esquí de primer mundo muestra cobardía en cierto momento de una comida familiar, el entramado que bien puede ser confundido con un drama (son los pequeños y finos detalles los que delatan el real código genérico) va tomando forma, ritmo y nos sumerge no en encontrar las respuestas a las que nuestro núcleo histriónico tiene temor a enfrentarse, sino que nos arrincona también a hacérnoslas.
De un acto que para algunos quizá hubiera sido burdo, anecdótico o pasajero, nos lleva a una debacle finamente contada sin sentimentalismos baratos ni clichés. Toma lo mejor de sus actores, cuya naturalidad sobresale y se agradece en un filme de esta naturaleza, para introducirnos en el estancamiento al que se obligan todos los miembros de esta familia y sus cercanos. Su desenvolvimiento es franco, no nos lleva forzadamente por sus distintos caminos sino que nos hace participe de ellos; algunos con cierto aroma de surrealismo, o risibles y grotescos… o bien sumamente dramáticos y hasta conmovedores.
El trazado de “Fuerza Mayor, queda de manifiesto, no es lineal aunque no salgamos del mismo tipo de locaciones. Su recorrido está pensado con claridad y entendimiento de los temas que se retratan. Su ritmo, manejado a detalle, nos vuelca siempre hasta la duda personal: ¿que hubiera hecho yo?, ¿cómo se podría solucionar esto? De una sencillez y manufactura armonizadas bajo el lecho de su conflicto cuerdamente exacto –no se necesita de mucho para generar un complicado tratado familiar– el encadenamiento de sucesos nos lleva por diversos rumbos con las miras siempre vistas en el fondo de los sentimiento humanos.
Bajo un exacto uso de la música, sobre todo esa versión modernizada del Concierto No. 2 en Sol menor de Vivaldi, la más que eficiente Fotografía de Fredrik Wenzel, el propio guión de Ruben Östlund, cuya dirección (actoral y cinematográfica) sobresale como el verdadero líder de la producción, así como un extraordinario desempeño de todo su elenco, esta cinta aviva las llamas del cine sueco. Mantiene frescos los brios en una elegantemente comedia sobre lo que somos como humanos en momentos de tensión y de fracaso.
“Fuerza Mayor” nos desdibuja, nos re-decora. Nos opaca y abrillanta pues deduce que si bien podemos fracasar, podemos levantarnos y ver nuestros problemas en los demás sin saber, en realidad, como reaccionar o remediarlos. Aguda, entretenida, tensa y atrevida, esta cinta es una gran muestra de una total sinceridad cinematográfica.
Fuerza Mayor de Ruben Östlund
Calificación: 3.5 de 5 (Muy Buena).