REDONDO.
Prisoners
Intriga
(Denis Villeneuve, 2013)
Desde
su anterior cinta, Incendies (2010), tal vez la más lograda en su corta
filmografía, Denis Villeneuve daba muestras amplias de madurez fílmica. El
trazado de su historia, humanamente intricado, se tornaba a la vez más
interesante mientras la información escaseaba para el espectador –y poder así
darle la última estocada hacía el final de la cinta. El encadenamiento de los sucesos, paralelos en aquella
ocasión, eran de una impía crueldad que se hacían soportables entre otros
factores por su delicada puesta en cámara, su inteligible narración y su
refinada mano como realizador. Estábamos pues, ante un director que sin muchos
aspavientos, lograba retratar el lado más oscuro del humano.
Con
Prisoners, su primera cinta con pasos dentro de la industria estadounidense,
ese animo por la opacidad de sus personajes no se pierde sino que incluso se
suma a las consecuencias de los actos que se van desarrollando en la trama y que
al igual que en su anterior filme, pareciera un entramado con nudos hechos al
aire pero que tienen una razón de ser para con el último movimiento de la película.
La
gama emotiva de la cinta se dispara entre los recovecos de oscuridad en que se
van transformando los miembros de dos familias promedio (y luchonas) de los
suburbios de los Estados Unidos cuando son secuestradas sus dos hijas pequeñas,
así como todo lo que comienza a trastocar el suceso; la investigación policial,
la necedad y prioridad de la evidencia, la venganza, la cerrazón del paso de
los días y una gama de personajes que tejen una red que no sólo suman presión,
sino más sombra y confusión al punto que varias secuencias rozan el horror más
eficaz.
Con
Prisoners, queda claro, estamos ante la construcción de la mazmorra donde
quedarán varados no sólo los personajes, sino nuestras propias emociones (muy
lamentable la traducción mexicana al titulo original): el suspenso, la
maquinación, el nerviosismo, la tensión y la intranquilidad que se vive en la
gran mayoría del filme. De una incomodidad elegante y sumamente cinematográfica
resulta la mano de Denis Villeneuve en esta su más reciente entrega, quién
además da muestras nuevamente de un paso firme y estoico en el mundo de la cinematografía
mundial.
Bajo
el notable guión de Aaron Guzikowski, el encadenamiento se va desarrollando con
un pulcro ritmo a cargo del meticuloso montaje de Joel Cox y Gary Roach, la
dedicada y delicada escenografía (tan importante en este tipo de tramas) de
Patrice Vermette y la siempre eficiente y pasmosa fotografía de Roger Deakins,
que en conjunto se suman a la enérgica dirección actoral del propio realizador;
su elenco responde de una manera redonda al igual que la partitura de Jóhan
Jóhannsson que genera siempre la atmosfera correcta paro lo que la escena
requiere.
Lamentablemente
la popularidad de un realizador como Villeneuve, que paso a paso ha ido
demostrando y demostrándose cine, queda enmarcado en un circulo pequeño y
tristemente cerrado. Con Prisoners, queda claro, se espera ansiosamente que su
carrera no sólo tome más brios sino más apoyo. Su visión, si no original, si
refresca y suda elegancia ante hechos plenamente lúgubres que atañen a nuestros
monstruos internos. Su toque es preciso y respeta por completo al espectador
dejándole integrarse a la trama como éste desee. “Intriga”, su primera cinta
que llega a nuestro país dentro del circulo “comercial” es una de las mejores
propuestas en años en ese circuito. Una película intrínseca, llena de pasajes
que nos “sacuden” mientras nos miramos en el opaco espejo de nuestros
sentimientos más escondidos.
Intriga de Denis Villeneuve
Calificación:
4 de 5 (Muy Buena).
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