REDONDO.
Spectre 007
007 Spectre (Sam Mendes, 2015)
Lo que Sam Mendes y su equipo obtuvo con “Skyfall”: inducir madurez y sapiencia a uno de los iconos más populares y queridos de la cinematografía occidental, queda por completo descartado en esta su más reciente cinta. No es que haya dejado un listón lo bastante alto como para volverlo a encontrar, no. El tratamiento de la más reciente trama de James Bond retorna a un punto cero que carece de dichas atributos y cualidades que tanto habían hecho meditar las profundidades de un personajes tan conocido y reconocido por más de medio siglo.
Con “Spectre”, pues, nos encontramos ante un personaje caricaturesco que nuevamente hace un uso apremiado de diversos gadgets y trucos pseudo-tecnológicos para poder salvar la vida en el último de los instantes, pero que a diferencia de las otras tantas miles de veces que lo ha hecho, carece casi por completo de carisma, de volumen y de ese sentido de emoción y aventura que hicieron del personaje uno de los más recordados y estereotipados en el cine. Su peso como carácter se sobaja simplemente a ser colocado en medio de parajes naturales y citadinos de portento meramente decorativo, esperando que el espectador lo digiera sin ningún sentido más que el estético. La narrativa queda relegada a un simple brochazo sobre un lienzo irregular que no termina siquiera por cuajar y/o permearse de algo homogéneo. No hay redondez alguna a la cual asirse.
Claro, no podemos negarnos al hecho de una organizada y opulenta producción, el acaudalado presupuesto se muestra de una manera desmeñada a cada instante, en cada escena y cada secuencia. Durante su metraje llega un momento en que en realidad se puede llegar a cuestionar si la hechura de la filmación en realidad fue un pretexto de turismo desmedido o de engreimiento sobre la potestad de llevar a cabo el rodaje sobre algunas de las avenidas y sitios más relevantes de las ciudades elegidas. Los elementos técnicos, mayormente bien logrados (aunque no por completo sin sus pormenores), quedan relegados a un encadenamiento de sucesos que en realidad tienen poco que ofrecer… Y es que la historia y sus elementos son de lo más predecibles, el espectador puede y se adelanta con harta facilidad a todos los recovecos a los que nos lleva la cinta sin la mayor complicación; los hechos se arman primeramente en la mente del público para después confirmarse en la cinta de una manera plenamente elemental, pero sobre todo bajo la apuesta de un sentido del humor por demás ordinario, ramplón y con momentos sin ninguna justificación, o bien bajo pretextos que se van diseñando sobre la marcha de una trama cuya naturaleza parece cuasi espontánea.
Lamentablemente el trabajo de “Sam Mendes”, uno de los directores más respetados de su generación, da fuertes pasos en reversa. La elección de un guión sin sustento y una dirección actoral menor (no saca partido alguno de sus personajes; tanto los ya fabricados como los recién integrados) deja sin brillo la buena labor –a secas realmente– de su fotógrafo “Hoyte Van Hoytema” y su montador “Lee Smith”. Caso aparte la partitura de “Thomas Newman” (excesiva mayormente) y la música elegida para algunas de las secuencias de acción; mismas que se acercan más peligrosamente a un manejo de videoclip que al de una articulación más formalmente cinematográfica.
No queda duda, entonces, que la franquicia retorna a este juego de aventuras (o desventuras más bien dicho) bajo el toque adolescente y juvenil que traspasa lo inverosímil como en sus momentos más gustados por los seguidores. La saga resquebraja lo hecho en su anterior factura y se relega a lo que más le ha servido, se niega a la evolución y la crítica de los tiempos actuales. Se vende como lo hizo bajo el gobierno mexicano para la re-elaboración del guión y se deja vencer por casi todas las aristas. Resulta una cinta menor que no logra siquiera el cariño de sus antecesoras… Al menos esperemos que Mendes de un paso a la izquierda y vuelva a los sitios brillantes que anteriormente había mostrado.
007 Spectre de Sam Mendes
Calificación: 2.5. de 5. (Bastante Regular).
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