REDONDO.
RocknRolla.
RocknRolla (Guy Ritchie, 2008).
Un director es sus constantes, sus fantasmas internos, es algo innegable en el mundo adquirido por el cine, que es el del arte. Un creador manifiesta en sus hallazgos, repeticiones estilísticas que van originando su firma a través de una obra que se forja únicamente a través de los años. De esta manera, aunque no se le considere estrictamente como un autor, podría no estar tan lejos del concepto, puesto que ha creado un universo detallado que muchos pueden ya reconocer. Es así como Scorsese, por ejemplo, basa su entramado central en la lucha de los días, utilizando a sus personajes como luchadores y la vida como un ring. Spielberg, por otro lado, siempre nos ha relatado la historia del niño perdido, acaso tal vez porque de niño se extravió dentro de unos estudios de cine y allí fue donde encontró su pasión en la vida. No podemos negar que estos dos directores (buenos o malos, no lo diré), poderosos, eso sí, y famosos, pero sobre todo, con oficio (algo cada vez menos visto en este campo) han repetido su discurso hasta el cansancio - un director es su discurso, siempre - pero sus películas, la mayoría de ellas, son distintas unas de otras, incluso a veces haciéndose guiños para con ellos mismos; autoparodiandose, rindiéndose un merecido homenaje, ¿por qué no?
Guy Ritchie entra en el contracampo de lo dicho anteriormente, es un director que al parecer está predestinado a no explotar sus fantasmas sino a plasmarlos del todo sobre la pantalla, no a re-dirigir su entramado central o discurso (no creo sea el caso) sino a contar la misma historia en si. Ya ha tratado de adaptarse a distintos géneros y ha fallado de manera notoria, al parecer pertenece solamente a un sólo estilo, género y tipo de película, muy enmarcada en un breve núcleo que tiene sus pros y contras. Al parecer debe resignarse a siempre regresar a su primera película, lo curioso del asunto es que, por más irónico (o lógico) que parezca, ya está hecha.
No se puede afirmar que Rocknrolla sea una película mala, aburrida, mal realizada, o mucho menos. Cumple con su objetivo de ilustrar cómicamente un enredo de gángsters ingleses con algunos que otro altibajos, cierto, pero al final uno sale de la sala de cine con todos los elementos con que se nos afirma hemos de experimentar; Sexo, Drogas y Rock and Roll, (aunque en lo personal me quedaron a deber en esto último, pero que se le va a hacer, supongo que a un junkie también le faltaron más referencias a sus sagrados alimentos). Y es que no se le puede quitar lo ya aprendido al señor Ritchie después de tantas veces de realizar la misma cinta. Rocknrolla logra adecuadamente situar cada uno de esos elementos en la cantidad necesaria para que no se vayan por encima de la cinta, es tal vez el mejor acierto de este relato, algo que confirma la citada experiencia del señor Ritchie. Cualquier otro director hubiera caído en la tentación de hacer una película de Sexo, Drogas y Rock and Roll disfrazada de gángsters urbanos y junkies perdedores - o peor aún, intentar una y obtener la otra. No es el caso aquí, lo que le da méritos al director, ex-esposo de Madonna. Sí, jamás se quitara esa referencia.
Estamos pues, ante una cinta más de mafia inglesa con el típico humor negro de los británicos que ya nos ha abordado en otros entramados como Layer Cake del colega de Guy Ritchie; Matthew Vaughn, o Gangster No. 1 de Paul McGuigan (creador de Acid house), así como de las otras tantas versiones de la misma cinta del realizador y un largo etcétera. El asunto es que no se muestra nada nuevo, no refresca la formula y en ocasiones se libera de más en ciertos encadenamientos ya establecidos por aquellos que se dedican a este tipo de cintas. Si ya sabemos que al entrar a ver una cinta de estas características la replanteación en estilos de música, fotografía y sobre todo de edición van dando saltos por más bruscos y anímicos para con situaciones especificas, cosa que no debería de suceder pero que en está ocasión concedo el beneficio de la duda ante la teoría por un estilo logrado, aquí el señor Ritchie comete un poco de errores y replantea de sobremanera estilos en corte, ritmo y lenguaje, cosa que hace que ciertos bloques claves de la cinta no logren la fuerza necesaria para cuajar con todo el enredo. El inicio es demasiado abrupto, incluso para este tipo de cintas, asimismo el final, que carece en ciertas partes de sentido, saltando a la vista un desarrollo incompleto de la historia en pos de un sentido estético, en pos de brindarle un look llamativo al entramado, un error cada vez más habitual en el cine actual.
La película es lograda, sí, gracias a que ciertas escenas logran ese efecto de ironía, humor negro y sentido del absurdo que se espera. El Sr. Ritchie aún tiene diálogos punzantes que a mí parecer, le han quedado de sus películas anteriores, o mejor dicho de su película primera en todas su versiones. Uno puede ir a ver Rocknrolla con reservas, es una película con sus detalles y con sus brillos, es una película de momentos, no así de escenas. El Sr. Ritchie manifiesta aún un buen uso de los recursos de una formula ya por más conocida. La volverá a hacer, de eso estamos seguros, esperemos por lo menos que la próxima vez le quede mejor, porque esta no es la mejor versión que le conocemos de su película.
RocknRolla de Guy Ritchie
Calificación: 3 de 5 (Buena a Secas)
RocknRolla.
RocknRolla (Guy Ritchie, 2008).
Un director es sus constantes, sus fantasmas internos, es algo innegable en el mundo adquirido por el cine, que es el del arte. Un creador manifiesta en sus hallazgos, repeticiones estilísticas que van originando su firma a través de una obra que se forja únicamente a través de los años. De esta manera, aunque no se le considere estrictamente como un autor, podría no estar tan lejos del concepto, puesto que ha creado un universo detallado que muchos pueden ya reconocer. Es así como Scorsese, por ejemplo, basa su entramado central en la lucha de los días, utilizando a sus personajes como luchadores y la vida como un ring. Spielberg, por otro lado, siempre nos ha relatado la historia del niño perdido, acaso tal vez porque de niño se extravió dentro de unos estudios de cine y allí fue donde encontró su pasión en la vida. No podemos negar que estos dos directores (buenos o malos, no lo diré), poderosos, eso sí, y famosos, pero sobre todo, con oficio (algo cada vez menos visto en este campo) han repetido su discurso hasta el cansancio - un director es su discurso, siempre - pero sus películas, la mayoría de ellas, son distintas unas de otras, incluso a veces haciéndose guiños para con ellos mismos; autoparodiandose, rindiéndose un merecido homenaje, ¿por qué no?
Guy Ritchie entra en el contracampo de lo dicho anteriormente, es un director que al parecer está predestinado a no explotar sus fantasmas sino a plasmarlos del todo sobre la pantalla, no a re-dirigir su entramado central o discurso (no creo sea el caso) sino a contar la misma historia en si. Ya ha tratado de adaptarse a distintos géneros y ha fallado de manera notoria, al parecer pertenece solamente a un sólo estilo, género y tipo de película, muy enmarcada en un breve núcleo que tiene sus pros y contras. Al parecer debe resignarse a siempre regresar a su primera película, lo curioso del asunto es que, por más irónico (o lógico) que parezca, ya está hecha.
No se puede afirmar que Rocknrolla sea una película mala, aburrida, mal realizada, o mucho menos. Cumple con su objetivo de ilustrar cómicamente un enredo de gángsters ingleses con algunos que otro altibajos, cierto, pero al final uno sale de la sala de cine con todos los elementos con que se nos afirma hemos de experimentar; Sexo, Drogas y Rock and Roll, (aunque en lo personal me quedaron a deber en esto último, pero que se le va a hacer, supongo que a un junkie también le faltaron más referencias a sus sagrados alimentos). Y es que no se le puede quitar lo ya aprendido al señor Ritchie después de tantas veces de realizar la misma cinta. Rocknrolla logra adecuadamente situar cada uno de esos elementos en la cantidad necesaria para que no se vayan por encima de la cinta, es tal vez el mejor acierto de este relato, algo que confirma la citada experiencia del señor Ritchie. Cualquier otro director hubiera caído en la tentación de hacer una película de Sexo, Drogas y Rock and Roll disfrazada de gángsters urbanos y junkies perdedores - o peor aún, intentar una y obtener la otra. No es el caso aquí, lo que le da méritos al director, ex-esposo de Madonna. Sí, jamás se quitara esa referencia.
Estamos pues, ante una cinta más de mafia inglesa con el típico humor negro de los británicos que ya nos ha abordado en otros entramados como Layer Cake del colega de Guy Ritchie; Matthew Vaughn, o Gangster No. 1 de Paul McGuigan (creador de Acid house), así como de las otras tantas versiones de la misma cinta del realizador y un largo etcétera. El asunto es que no se muestra nada nuevo, no refresca la formula y en ocasiones se libera de más en ciertos encadenamientos ya establecidos por aquellos que se dedican a este tipo de cintas. Si ya sabemos que al entrar a ver una cinta de estas características la replanteación en estilos de música, fotografía y sobre todo de edición van dando saltos por más bruscos y anímicos para con situaciones especificas, cosa que no debería de suceder pero que en está ocasión concedo el beneficio de la duda ante la teoría por un estilo logrado, aquí el señor Ritchie comete un poco de errores y replantea de sobremanera estilos en corte, ritmo y lenguaje, cosa que hace que ciertos bloques claves de la cinta no logren la fuerza necesaria para cuajar con todo el enredo. El inicio es demasiado abrupto, incluso para este tipo de cintas, asimismo el final, que carece en ciertas partes de sentido, saltando a la vista un desarrollo incompleto de la historia en pos de un sentido estético, en pos de brindarle un look llamativo al entramado, un error cada vez más habitual en el cine actual.
La película es lograda, sí, gracias a que ciertas escenas logran ese efecto de ironía, humor negro y sentido del absurdo que se espera. El Sr. Ritchie aún tiene diálogos punzantes que a mí parecer, le han quedado de sus películas anteriores, o mejor dicho de su película primera en todas su versiones. Uno puede ir a ver Rocknrolla con reservas, es una película con sus detalles y con sus brillos, es una película de momentos, no así de escenas. El Sr. Ritchie manifiesta aún un buen uso de los recursos de una formula ya por más conocida. La volverá a hacer, de eso estamos seguros, esperemos por lo menos que la próxima vez le quede mejor, porque esta no es la mejor versión que le conocemos de su película.
RocknRolla de Guy Ritchie
Calificación: 3 de 5 (Buena a Secas)
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