EL BOLSILLO IZQUIERDO
Para cerrar el año decidí mostrarme un poco más como verdaderamente soy; un tipo con un sentido de la ironía bastante vulgar y nada sobresaliente. Dicho sentido me lleva un poco a la irascible amargura con la que me divierto de vivir y coexistir con tanto ser dispar a mis refutables y cascarrabias pensamientos. Bien, he dejado un poco de mí en este espacio para cerrar el afamado ciclo de año nuevo. Nos vemos en el que entra, que miserablemente será dentro de una semana.
FANTASÍA 2009.
Diciembre 31, 2008. En alguna parte, a alguna hora.
- ¡Mírate nada más!, que bien te ves, haz adelgazado mucho, resulto muy bueno el tratamiento ese que viste en la tele ¿verdad? Yo lo acabo de pedir, le dije a Gerardo que lo pidiera, ya sabes que yo no soy muy buena con eso del Internet, pero ¿que crees? ya estoy tomando clases, en esa academia donde aprendiste tú, también llevo ingles y francés. En fin, te ves muy bien, casi no te reconocía, y yo que no creía en esas cosas, ¿recuerdas? , yo y ese escepticismo que me hizo perder grandes oportunidades. Que bueno que me abriste los ojos, ahora soy una persona distinta, feliz, pero es que mírate, no puedo dejar de ver lo bien que te ves, ¡que diferencia!, y… ¿te cortaste el pelo? ¡No!, no me digas que también te hiciste esos implantes capilares de los que hablamos con tu mamá aquella vez, ¡que bien!, se te ven súper naturales, no los había notado, eres otra persona Carlos, otra persona, tienes ese aroma de persona importante, me alegro por ti. Desde que te ganaste la camioneta a principios de año supe que tu vida te iba a deparar grandes sorpresas, que bien, me alegro mucho por ti Carlos. ¿Cómo van los negocios?
- Bien, bien, gracias, a mediados de Enero abro mi tercera y cuarta tienda, en el centro, voy a rentar dos locales en la calle principal, voy a extender un poco el negocio, voy a surtir un poco más y bueno… que te puedo decir, si todo sale bien, como espero, podré empezar a exportar.
- ¡Que bien!, me alegro mucho, no podría irte mejor, pero dime ¿Alicia?, ¿cómo está Alicia? No la he visto desde ese día que nos invitaron a cenar en su nueva casa, hermosa por cierto, bueno; un castillo para una princesa ¿no? (risas). Que buena mujer te encontraste Carlos, también me alegro por eso, su historia es tan bella, no me canso de escucharla. “Como la viste, te vio, como se fueron encontrando, como se fue desarrollando todo”. Yo ya la había visto, ya te he contado, pero ya sabes, como es uno; creía que por ser bella no era humana. ¡Quien iba a decir que una mujer como ella tuviera tantos valores y sentimientos! Que bien, me alegro por ti. ¿Cómo sigue?, ¿Cómo esta?, ¿Cómo van?
- Bien, bien, muy felices, no podría ser mejor, créeme. Ella ahorita está con su madre, una mujer impresionantemente alegre y gentil, me trata con un cariño enorme, debes de conocerla, te va a encantar, una súper mujer… En fin, las dos fueron a dejar juguetes y dulces para los niños del orfanato, yo en un rato las alcanzo, sólo vine a recoger a mi primo, a Roberto ¿te acuerdas de él?
- ¡Claro! Gran tipo, sí, supe que se iba a venir a vivir con ustedes un rato, que bien, me alegro. Me contó tu mamá lo de sus problemas con las drogas, y el choque; que casi pierde la vida. Que bueno que recapacito, que bueno que entendió que ese no es el camino… y que bueno que tú lo apoyas. Dile que se prepare, que estudie fuerte, que no vea hacia atrás, dale ánimos. Que bueno que va tener cerca un ejemplo como el tuyo. Y bien, ¿cómo te fue este año? Bueno, que te pregunto, fue un año de fantasía para ti; ¡te ganaste tu camioneta, conociste a Alicia, abriste tus dos primeras tiendas, pudiste comprar tu hermosa casa, adelgazaste, te hiciste tus implantes… tantas cosas, la vida te sonríe, ¿cómo te sientes?
- Bien, bien, a veces uno cree que no se lo merece, créeme, en ocasiones me pongo a pensar en todo lo que se me ha dado y, bueno, ya sabes, quisiera poder donarle esta suerte a otra persona, pero he aprendido a seguir adelante, ha sortear los obstáculos y enfrentar los retos. Así ha de ser, ya sabes...
- ¡Me alegro!, ¡me alegro mucho!… (bla, bla, bla)
¡Y ya basta!
¡Basta!
¡Basta!
¡Basta!
Para cerrar el año, pues, un poco de ironía para acabar el año, ¡que mejor que mostrarme un poco como realmente soy! Así bien decidí terminarlo. Deseándoles lo mejor, excepto, claro, una vida como en las líneas de arriba. Feliz año.
Para cerrar el año decidí mostrarme un poco más como verdaderamente soy; un tipo con un sentido de la ironía bastante vulgar y nada sobresaliente. Dicho sentido me lleva un poco a la irascible amargura con la que me divierto de vivir y coexistir con tanto ser dispar a mis refutables y cascarrabias pensamientos. Bien, he dejado un poco de mí en este espacio para cerrar el afamado ciclo de año nuevo. Nos vemos en el que entra, que miserablemente será dentro de una semana.
FANTASÍA 2009.
Diciembre 31, 2008. En alguna parte, a alguna hora.
- ¡Mírate nada más!, que bien te ves, haz adelgazado mucho, resulto muy bueno el tratamiento ese que viste en la tele ¿verdad? Yo lo acabo de pedir, le dije a Gerardo que lo pidiera, ya sabes que yo no soy muy buena con eso del Internet, pero ¿que crees? ya estoy tomando clases, en esa academia donde aprendiste tú, también llevo ingles y francés. En fin, te ves muy bien, casi no te reconocía, y yo que no creía en esas cosas, ¿recuerdas? , yo y ese escepticismo que me hizo perder grandes oportunidades. Que bueno que me abriste los ojos, ahora soy una persona distinta, feliz, pero es que mírate, no puedo dejar de ver lo bien que te ves, ¡que diferencia!, y… ¿te cortaste el pelo? ¡No!, no me digas que también te hiciste esos implantes capilares de los que hablamos con tu mamá aquella vez, ¡que bien!, se te ven súper naturales, no los había notado, eres otra persona Carlos, otra persona, tienes ese aroma de persona importante, me alegro por ti. Desde que te ganaste la camioneta a principios de año supe que tu vida te iba a deparar grandes sorpresas, que bien, me alegro mucho por ti Carlos. ¿Cómo van los negocios?
- Bien, bien, gracias, a mediados de Enero abro mi tercera y cuarta tienda, en el centro, voy a rentar dos locales en la calle principal, voy a extender un poco el negocio, voy a surtir un poco más y bueno… que te puedo decir, si todo sale bien, como espero, podré empezar a exportar.
- ¡Que bien!, me alegro mucho, no podría irte mejor, pero dime ¿Alicia?, ¿cómo está Alicia? No la he visto desde ese día que nos invitaron a cenar en su nueva casa, hermosa por cierto, bueno; un castillo para una princesa ¿no? (risas). Que buena mujer te encontraste Carlos, también me alegro por eso, su historia es tan bella, no me canso de escucharla. “Como la viste, te vio, como se fueron encontrando, como se fue desarrollando todo”. Yo ya la había visto, ya te he contado, pero ya sabes, como es uno; creía que por ser bella no era humana. ¡Quien iba a decir que una mujer como ella tuviera tantos valores y sentimientos! Que bien, me alegro por ti. ¿Cómo sigue?, ¿Cómo esta?, ¿Cómo van?
- Bien, bien, muy felices, no podría ser mejor, créeme. Ella ahorita está con su madre, una mujer impresionantemente alegre y gentil, me trata con un cariño enorme, debes de conocerla, te va a encantar, una súper mujer… En fin, las dos fueron a dejar juguetes y dulces para los niños del orfanato, yo en un rato las alcanzo, sólo vine a recoger a mi primo, a Roberto ¿te acuerdas de él?
- ¡Claro! Gran tipo, sí, supe que se iba a venir a vivir con ustedes un rato, que bien, me alegro. Me contó tu mamá lo de sus problemas con las drogas, y el choque; que casi pierde la vida. Que bueno que recapacito, que bueno que entendió que ese no es el camino… y que bueno que tú lo apoyas. Dile que se prepare, que estudie fuerte, que no vea hacia atrás, dale ánimos. Que bueno que va tener cerca un ejemplo como el tuyo. Y bien, ¿cómo te fue este año? Bueno, que te pregunto, fue un año de fantasía para ti; ¡te ganaste tu camioneta, conociste a Alicia, abriste tus dos primeras tiendas, pudiste comprar tu hermosa casa, adelgazaste, te hiciste tus implantes… tantas cosas, la vida te sonríe, ¿cómo te sientes?
- Bien, bien, a veces uno cree que no se lo merece, créeme, en ocasiones me pongo a pensar en todo lo que se me ha dado y, bueno, ya sabes, quisiera poder donarle esta suerte a otra persona, pero he aprendido a seguir adelante, ha sortear los obstáculos y enfrentar los retos. Así ha de ser, ya sabes...
- ¡Me alegro!, ¡me alegro mucho!… (bla, bla, bla)
¡Y ya basta!
¡Basta!
¡Basta!
¡Basta!
Para cerrar el año, pues, un poco de ironía para acabar el año, ¡que mejor que mostrarme un poco como realmente soy! Así bien decidí terminarlo. Deseándoles lo mejor, excepto, claro, una vida como en las líneas de arriba. Feliz año.
1 comentario:
Jaja!... Carlos me ha dejado un tanto asqueada... en fin... ojalá que YO misma deje de ser lo que soy y sea como YO soy...[¿?]...las terribles pláticas y sermones de fin de año me han dejado un poco imbécil...nada más patético que eso... ¿Por qué la gente no vive su vida y deja que vivamos como queramos?... a mí por ejemplo se me ha reprochado durante TODO EL AÑO mi amargura... y si así soy ¡QUÉ!... es muy mi problema... jaja!!
Excelentes Líneas aniquiladoras para éste frustrante 2007!!...
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