EL BOLSILLO IZQUIERDO
Al parecer no hay más que un luto perenne por el globo. En estos momentos de desesperanza es que nos damos cuenta como la sensibilidad ante ciertos factores, en realidad se ha ido perdiendo. Que más se puede decir…
NEGRO.
Noticias y notas, de toda índole... en estos días se han reunido las tragedias, los pesares; al parecer ellos también han salido a festejar en este apático mes donde los recovecos en las labores no dan más que para este tipo de festividades – luces, ruidos, bailes, cha cha cha y un poco de habladurías lejanas, ¿por qué no?
Cual guerra sin tregua como lo es el paso del tiempo, hemos ido a parar a un campo inhóspito donde los milagros de la vida se cuentan con escasez y hemos empezado a contar a nuestros muertos; bien por causas naturales como la catástrofe suscitada en China, este país tan en boga por todo lo que suscita/suscitará; sino lo es por controversias políticas, lo es por estalles demográficos, asuntos deportivos y/o terremotos (bien podríamos estar hablando, pues, del ombligo del mundo en este momento). No obstante las notas no estan tan lejos de casa, siempre hemos de tener algo de que hablar por estas latitudes, donde al parecer, y también de moda, está la cuestión funesta del paso hacía el más allá. Aún me pregunto hacía que dirección se encontrará.
Así es, la guerra desatada hace ya algún tiempo ante el narcotráfico ha dejado su buena marca en las ultimas semanas, donde las cifras empiezan a dejar un déficit que empieza a ser considerable. La sangre empieza a recorrer el pavimento mal colocado de anteriores decisiones e incisiones bien realizadas. Una vez más, la disciplina ha salido victoriosa ante los apacibles factores de la tradición profesional nacional, o sea, la lúbrica manera de mantenerse al margen de hacer lo implícitamente básico.
Yo me he mantenido un poco al ras de todo este amurallado trecho de informaciones, incluso del entretenido espectáculo que fue el primer debate sobre la reforma energética, donde podemos contabilizar a uno más de nuestros connacionales muertos (yo lo creía tan sólo moribundo), pero es lógico que el poder de la palabra en una discusión respetable donde se intercambien las ideas en pos de una dignidad nacional merecida, nos ha dejado hace ya algunos ayeres. Me he mantenido un tanto alejado pero enterado del acontecer, digo, tan sólo por este otro argumento tan eterno como la vida, el rumor, el morbo por saber más de la cuenta para poder optar a transformarlo como mejor me plazca la gana; algún día tal vez termine siendo un “periodista” de espectáculos. Sí, algún me propondré ser parte de la parte más baja de la sociedad. Será cuando ya veo que todo este perdido y no haya más que pecar en todas formas, mientras tanto, lo digo de manera amable, me mantengo al margen de la situación.
Muertos, muertos y más muertos es lo que nos han dejado las últimas semanas, sean del otro lado del mundo o del otro lado del país, no hay más que un luto esparcido por cualquier región mientras algunos, como yo, se mantienen al limite, apáticos a manera de este mes que cada vez me conquista más. Mí única forma de defensa, es tal vez que no me tapo los ojos ni coloco un rostro de sorpresa ante los factores tan atroces que siempre se supo, vendrían con la corriente. Las cosas estan siguiendo su cause natural, es por eso, tal vez, que me he refugiado en estas ultimas fechas en un pasado musical que me ha reencontrado también. Esas tonalidades acomplejada y sincopadas que se acompañan de líricas fantásticas y oníricas de finales de los 60 y los 70 que fueron conceptualizadas como rock progresivo bajo ciertos estatutos y que hoy, las nuevas generaciones las malinterpretan mediocremente con tan sólo el hecho de sonar imposiblemente ejecutable y con un toque de pesadez (apuesto que no les gustaría lo que en realidad es). Lo he dicho desde hace algunos años, a estas nuevas generaciones no les interesa en ningún sentido la historia, la reinterpretan a su conveniencia o gusto (más pobre aún) y no salen de un escaparte de ignorancia que los delimita. Por eso tal vez ahora haya tanto rostro de preocupación ante los temas contemporáneos. Yo me doy por bien servido y admito recibir lo que nos toca después de tantos años de oscurantismo colectivo.
1 comentario:
Una tragedia más... el pasado sábado, una pareja de ancianos en tiendas Chedrahui, sintiéndose impotentes al no tener dinero 'necesario' para pagar un par de cebollas... dos pasillos después... mi madre limitó su compra a sólo 6 paquetes de gelatina... el letrero advertía: PRODUCTO LIMITADO A 6 PIEZAS POR CLIENTE...
Lo bueno es que todo marcha bien en México, y la economía... pues también ha de marchar excelente, quiero pensar que por ello, productos de la canasta básica aumentan sus precios no dos ni tres pesos más, seis, ocho o hasta diez... Pero todo marcha bien...
¡Excelentes Líneas!
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