REDONDO.
Australia.
Australia (Baz Luhrmann, 2008).
Hablar sobre Australia resulta un tanto complicado, ya que se pueden encontrar diversos matices dentro de esta cinta - eso sí - un tanto alargada. Es la película que como ya he mencionado en anteriores ocasiones, fue la apuesta de la temporada para aquellos que buscan algo más que sorprendentes secuencias de efectos especiales en pos del asombro popular. Es la clase de película donde, en efecto, y al igual que las anteriormente mencionadas, hay un alza increíble en el presupuesto, pero que se propone por una manejo más tenso de las acciones, con un reparto “más serio” o bien también en su caso, más popular, y se vende desde meses antes como una película que dejará algunas cicatrices en el respetable.
No fue sorpresa que su salida al mercado se haya centrado en estas fechas para que grandes números de personas se acercaran a los las salas a degustarla, me refiero tanto a gente con gusto y tacto para el cine, como para aquellos que siempre, no se cómo, tratan de reencontrarse con ese sentimiento anudado en sus pasados. Hablar de Australia resulta difícil porque si bien no es la mejor película del año, ni de la temporada, creo, sí logra ese objetivo de sentimiento que se propone.
La historia no resulta del todo lo más complicado del mundo, lo que el señor Luhrmann ataca presentando a otros tantos personajes, sumando cabezas (hablando de ganado creo que puedo utilizar este termino) a la formula de romance ya conocida. Ahora no sólo tenemos a chico y chica, sino a hijo en una semi-adopción (con cierto esquema que hace una referencia pobre al imperialismo) y un abuelo-mago-nativo que sabe todo lo que ha de terminar por ser lo bueno y malo en esa tierra, realmente desconocida, para todos los personajes del filme. Al final, claro, reina el amor y la libertad.
Es cierto, el final de Australia, a pesar de ser el obvio, es tal vez de lo mejor de la cinta, y no deja de ser fresco. Es la libertad por el amor, el discurso que indulta (o intenta disculpar) los errores y deja que las cosas tomen el curso que se requiere para beneficio de esos sentimientos que por fin pueden dejar de defenderse y empezar a disfrutarse. Que deja que las riendas sean tomadas como debieron de ser; y es que si las cosas son de cierta forma, eso no indica que deban ser así; nos repiten en un par de ocasiones claves dentro del filme.
No podemos negarnos que para el final de la cinta esta ya nos ha ganado, y disfrutamos el desenlace, el cual nos parece justo y aceptamos los abates que todo este conflicto tuvo. No así, podemos mencionar que el principal error de este película es uno muy básico y que no debe de existir en películas de estos niveles, el inicio. La primera media hora, incluso un poco más, es tal vez lo peor de la cinta, es por eso que comencé dictando que hablar de Australia resulta complicado, y es que en efecto, a la mitad de la película todo está ya centrado en una cinta de su categoría, pero ese comienzo a estilo de cuento (tal vez navideño, que sé yo) es algo muy débil y mal logrado. El ritmo, estilo y manejo de planos con que se nos empieza contar la película no son la presentación de lo que será después el filme, y esa narración por parte del niño que tendrá al cabo de ciertos minutos un regreso para cerrar ese primer movimiento en que ya debimos de centrarnos en el espacio físico y temporal de la cinta, es muy frágil. Todo se basa en un mural paisajista para dejarnos entrever la belleza de ese lejano país, cosa que la cinta siempre intentará alrededor de su duración, pero que en los primeros minutos hace que todo parezca un poco vago y que esa primera muerte, en la que se basa parte de las primeras complicaciones a vencer, se pierda en emotividad y fuerza.
Australia cojea debido a este primer paso, algo relevante. Después, claro, podemos decir que el señor Luhrmann supo unir las piezas y nos fue centrando en una historia de amor, lo suficientemente fuerte para estas fiestas, disfrazando una aventura ganadera a través de las terrenos de Australia.
El filme, pues, acaba por no dignificar del todo la temporada, queda corto pero elegante. No puedo negar tampoco que tiene sus momentos de tensión muy bien logrados y que al final te da gusto que, después de todo lo sufrido, la pareja, eterna compañera de nuestra historia, logré ser feliz.
No se puede decir que el director, quien ya nos ha acostumbrado a melodramas de cierta altura, no logré sacar las emociones del auditorio y que este se deje llevar por las tentaciones de un historia que debe concluir como lo que es, una historia de amor que juega entre el drama, melodrama y guiños de comedia.
Baz Luhrmann se la ha jugado esta temporada con uno de los escaparates más vistosos del año y sale bien librado, no podemos decir lo contrario, aunque debemos acentuar que tampoco es la mejor cinta de su carrera.
Por la parte actoral no hay quejas mayores, el señor Jackman está solido y desde hace tiempo se encuentra en su etapa de madurez. Nicole Kidman, por el contrario, le cuesta emprender el vuelo, pero es que creo que aquí el caso es que Baz Luhrmann no tenía contemplado un personaje tan complejo, no obstante al final deja en pantalla un buen sabor de boca. Los personajes del niño y el anciano mago creo que se quedan a medias y, por lo menos, el niño, no logra sacar lo que debía de la historia.
Australia es una película ajena a la critica, creo que habrá a quien no le guste y quien la ame, es difícil hablar de ella, se encuentran elementos de buena manufactura y errores que no se podían permitir. No así, es una cinta que se puede ir a ver sin mucho temor, no habrá sido tiempo perdido, el espectador no saldrá con las mano vacías. Se llevará, por lo menos, una bella parte de Australia (el país) en la mirada.
Australia de Baz Luhrmann
Calificación: 3.5 de 5 (Buena a Secas).
Australia.
Australia (Baz Luhrmann, 2008).
Hablar sobre Australia resulta un tanto complicado, ya que se pueden encontrar diversos matices dentro de esta cinta - eso sí - un tanto alargada. Es la película que como ya he mencionado en anteriores ocasiones, fue la apuesta de la temporada para aquellos que buscan algo más que sorprendentes secuencias de efectos especiales en pos del asombro popular. Es la clase de película donde, en efecto, y al igual que las anteriormente mencionadas, hay un alza increíble en el presupuesto, pero que se propone por una manejo más tenso de las acciones, con un reparto “más serio” o bien también en su caso, más popular, y se vende desde meses antes como una película que dejará algunas cicatrices en el respetable.
No fue sorpresa que su salida al mercado se haya centrado en estas fechas para que grandes números de personas se acercaran a los las salas a degustarla, me refiero tanto a gente con gusto y tacto para el cine, como para aquellos que siempre, no se cómo, tratan de reencontrarse con ese sentimiento anudado en sus pasados. Hablar de Australia resulta difícil porque si bien no es la mejor película del año, ni de la temporada, creo, sí logra ese objetivo de sentimiento que se propone.
La historia no resulta del todo lo más complicado del mundo, lo que el señor Luhrmann ataca presentando a otros tantos personajes, sumando cabezas (hablando de ganado creo que puedo utilizar este termino) a la formula de romance ya conocida. Ahora no sólo tenemos a chico y chica, sino a hijo en una semi-adopción (con cierto esquema que hace una referencia pobre al imperialismo) y un abuelo-mago-nativo que sabe todo lo que ha de terminar por ser lo bueno y malo en esa tierra, realmente desconocida, para todos los personajes del filme. Al final, claro, reina el amor y la libertad.
Es cierto, el final de Australia, a pesar de ser el obvio, es tal vez de lo mejor de la cinta, y no deja de ser fresco. Es la libertad por el amor, el discurso que indulta (o intenta disculpar) los errores y deja que las cosas tomen el curso que se requiere para beneficio de esos sentimientos que por fin pueden dejar de defenderse y empezar a disfrutarse. Que deja que las riendas sean tomadas como debieron de ser; y es que si las cosas son de cierta forma, eso no indica que deban ser así; nos repiten en un par de ocasiones claves dentro del filme.
No podemos negarnos que para el final de la cinta esta ya nos ha ganado, y disfrutamos el desenlace, el cual nos parece justo y aceptamos los abates que todo este conflicto tuvo. No así, podemos mencionar que el principal error de este película es uno muy básico y que no debe de existir en películas de estos niveles, el inicio. La primera media hora, incluso un poco más, es tal vez lo peor de la cinta, es por eso que comencé dictando que hablar de Australia resulta complicado, y es que en efecto, a la mitad de la película todo está ya centrado en una cinta de su categoría, pero ese comienzo a estilo de cuento (tal vez navideño, que sé yo) es algo muy débil y mal logrado. El ritmo, estilo y manejo de planos con que se nos empieza contar la película no son la presentación de lo que será después el filme, y esa narración por parte del niño que tendrá al cabo de ciertos minutos un regreso para cerrar ese primer movimiento en que ya debimos de centrarnos en el espacio físico y temporal de la cinta, es muy frágil. Todo se basa en un mural paisajista para dejarnos entrever la belleza de ese lejano país, cosa que la cinta siempre intentará alrededor de su duración, pero que en los primeros minutos hace que todo parezca un poco vago y que esa primera muerte, en la que se basa parte de las primeras complicaciones a vencer, se pierda en emotividad y fuerza.
Australia cojea debido a este primer paso, algo relevante. Después, claro, podemos decir que el señor Luhrmann supo unir las piezas y nos fue centrando en una historia de amor, lo suficientemente fuerte para estas fiestas, disfrazando una aventura ganadera a través de las terrenos de Australia.
El filme, pues, acaba por no dignificar del todo la temporada, queda corto pero elegante. No puedo negar tampoco que tiene sus momentos de tensión muy bien logrados y que al final te da gusto que, después de todo lo sufrido, la pareja, eterna compañera de nuestra historia, logré ser feliz.
No se puede decir que el director, quien ya nos ha acostumbrado a melodramas de cierta altura, no logré sacar las emociones del auditorio y que este se deje llevar por las tentaciones de un historia que debe concluir como lo que es, una historia de amor que juega entre el drama, melodrama y guiños de comedia.
Baz Luhrmann se la ha jugado esta temporada con uno de los escaparates más vistosos del año y sale bien librado, no podemos decir lo contrario, aunque debemos acentuar que tampoco es la mejor cinta de su carrera.
Por la parte actoral no hay quejas mayores, el señor Jackman está solido y desde hace tiempo se encuentra en su etapa de madurez. Nicole Kidman, por el contrario, le cuesta emprender el vuelo, pero es que creo que aquí el caso es que Baz Luhrmann no tenía contemplado un personaje tan complejo, no obstante al final deja en pantalla un buen sabor de boca. Los personajes del niño y el anciano mago creo que se quedan a medias y, por lo menos, el niño, no logra sacar lo que debía de la historia.
Australia es una película ajena a la critica, creo que habrá a quien no le guste y quien la ame, es difícil hablar de ella, se encuentran elementos de buena manufactura y errores que no se podían permitir. No así, es una cinta que se puede ir a ver sin mucho temor, no habrá sido tiempo perdido, el espectador no saldrá con las mano vacías. Se llevará, por lo menos, una bella parte de Australia (el país) en la mirada.
Australia de Baz Luhrmann
Calificación: 3.5 de 5 (Buena a Secas).
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