Advertencia: No está de más afirmar, una vez más, que el siguiente texto es mera ficción. No vaya usted a creerlo.
Biografías del
Rockero Desconocido II.
II.- Carlos Manrique Velarde (1958 - 2007)
Mejor conocido como “El Sir” por su amplió conocimiento del rock inglés clásico –sobre todo del 64 al 73. Carlos comenzó su carrera musical desde muy temprana edad debido a que sus padres mantenían contacto directo con diversos artistas del medio al manejar una galería de pintura y escultura en el centro de la Ciudad de México. Estudiante de piano durante sus primeros años, no tardó en pasarse a la guitarra recién entrada su adolescencia al entablar amistad con Raúl Viveros (el mítico cantautor del Blues nacional), con quien formó su primera banda: “Tono Negro”, una agrupación que mezclaba de manera pulcra el blues del Mississippi con pequeños toques de cuerdas y un poco de la psicodelía de la época. Con dicha formación (dicho sea de paso, material de exquisita colección para los amantes del rock nacional), ambos comenzaron una carrera que les sería modestamente prolífica pero que vio su fin a poco más de un lustro de haberla iniciado. No obstante, el legado de “Tono Negro” aún se escucha en la actualidad gracias a las influencias que marcaron a varios de sus contemporáneos en el ámbito latino. Recientemente, por ejemplo, gente como “José Cruz” de “Real de Catorce” y el chileno “Mauricio Redoles” han revelado que dicha agrupación les marco el rumbo de lo que pocos años más tarde realizarían en sus vidas artísticas.
Separado entonces de esa su primera experiencia musical, Carlos se vio envuelto en una serie de diversas bandas con distintos enfoques genéricos en las que resaltan “Tortuga” “Vespa Virtual” “Two Coffes” & “Atlacomulco” sin obtener ningún éxito o destello alguno en ellas. “El Sir”, entonces, como ya se le conocía; contrario a la fama de las bandas que le antepusieron por esa etapa, comenzó a sobresaltar en los músico de la escena nacional. Aptitud que lo llevaría a principios de los 80s a unirse al círculo de los músicos de estudio más prestigiosos del país. Fue ahí, realmente, cuando su legado y leyenda comenzaría a tomar forma; apuntalando desde su sitio a una nueva generación de rockeros que terminaron por alzar el género sobre la prohibición fantasma del gobierno a finales de los 80s y principios de los 90s. Pero su aporte no sólo permanece dentro del género que amó y lo vio crecer durante toda su carrera; sino que por sus manos pasaron también una serie de interpretes que dieron la cara para el entretenimiento nacional. Carlos Manrique no tardo en convertirse, pues, no sólo en un sinónimo de calidad musical, sino también la de una voz experta y enciclopédica de la historia del género.
Estudioso e historiador, músico excelso y productor en la última etapa de su vida, Carlos –“El Sir”– Manrique siempre fue buscado por diversos artistas para la obtención de ese su característico sonido rebosante de poder y energía. Ese argumento de “enervante fuerza” como mencionara alguna vez “Jordi Soler” cuando transmitía su programa en la extinta estación “Rock 101”. Un estilo tan particular que recordaba los pasajes ambientales de “Roy Buchanan”, la desbordante electricidad de “Pete Townshend” y la sensibilidad y virtuosismo de “Alvin Lee”. Entregado siempre a su carrera y sus instrumento, durante sus últimos años de su vida se dedico a viajar por el territorio mexicano con el fin de mezclar su música con la del folclor de cada área visitada. Esta compilación, que él mismo produjo y grabo, a la que tituló “Arena y Tierra”, que constará de 10 Cds de larga duración, saldrá al mercado el año entrante cuando se de el aniversario luctuoso de “El Sir.”
Durante su carrera varios fueron los artistas para los cuales sus cuerdas y sabios consejos resonaron: “Caifanes”, “El Tri”, “La Cuca”, “Bostik” “Ritmo Peligroso”, “Soda Stereo”, “Radio Futura”, “Fobia”, “The Walkabaouts”, “Tad”, “Rafael Catana”, “Mark Lanegan”, “Alux Nahual”, “Ángel Parra Trio”, “Tumulto”, “Los Prisioneros” y hasta “Los Lobos” o “Jimmi Vaughan” y “Adrian Belew” fueron algunos de ellos. Aunque su incipiente carrera siempre estuvo oculta al público general, muchos pueden escuchar su música más directamente en las composiciones que realizo para diversas películas documentales entre las que resaltan: “Adiós al Barro” (Tregua, 1989), “Las Últimas Pinturas de mi Padre” (Ocampo, 1996), “Entre Conejos y Sombreros” (Fernandez, 2000) & “The Last Folkie Village in the World” (Sanders, 2003).
Afectado por un cáncer de tiroides, Carlos Manrique, “El Sir”, falleció en su hogar el 17 de Junio de 2007 como lo había estipulado y deseado meses antes al entrar ya en fase terminal; rodeado de su familia y amigos más cercanos. Le sobreviven su esposa y dos hijos. El mayor, Juan Carlos, conocido como “El Principito” en clara alusión a su padre, ha decidido seguir pasos cercanos a los suyos. Actualmente se prepara en Europa para ser un ingeniero de sonido.
Reconocido por muchos, olvidado por tanto más. “El Sir” se ha convertido en una leyenda alejada de los reflectores en cuyo legado se puede encontrar el embrionario camino que trazó y ayudo a trazar, para que muchos otros caminarán a la fama y la inmortalidad.
Grupos Favoritos: “Ten Years After”, “Faces” & “Wishbone Ash”
Canción Favorita: “Cause We've Ended As Lovers”
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