REDONDO.
The Ballad of Buster Scruggs
La Balada de Buster Scruggs(Joel & Ethan Coen, 2018)
Peregrinas en ritmo, forma, práctica, e incluso gusto, resultan las viñetas que presentan los Hermanos Coen en su más reciente entrega. Un compendio de historias que si bien no se entrecruzan, sí hallan un punto de unión tanto en los parajes genéricos del western como en su muy particular y límpido estilo. Una cinta que si bien parece a las primeras de cambio irregular, termina por ser un ardid sumamente bien ejecutado para introducirnos en sus manías más profundas; en sus temas, sus cadencias, su sentido del humor y demás elementos –tan particulares muchos de ellos– que han originado esa atmósfera que ha rodeado su filmografía por más de 30 años. La Balada de Buster Scruggs bien puede terminar siendo una película plenamente para sus más fieles allegados, sí, aunque también es una ventana –y posibilidad– para ingresar en su universo. Quizá incluso un llamado a toda una generación que no ha tenido la oportunidad de explorarlo.
Buster Scruggs es, pues, tan sólo el botón inicial de una colección de estampas humanas y narrativas que reflejan, reviran y convocan a los cánones morales y estéticos estadunidenses para desdibujarlos desde la sátira, la introspección y la obstinación de permanencia de los mismos. De esta manera, claro, lo que se obtiene va más allá de un simple mosaico de formas y tonos; la diversidad se presenta a manera de un collage de valores y tradiciones que delinean fina pero pujantemente el sentir y personalidad del norteamericano común: la perspicacia de sus acciones: la necedad por el auto-enaltecimiento de su imagen a través del disparate, la indulgencia como castigo o bien una segunda y fatal oportunidad, la casualidad como artimaña o fiel compañera de la mala fortuna… la búsqueda del porvenir equidistante a la conveniencia de la utilidad y el consumismo sin remordimiento alguno. De la misma manera los sacrificios y tenacidades de la soledad (de la pertenencia) y los sueños hacía un improbable y quizá imposible futuro se introducen; ocasiones que se van dando durante largas jornadas de viaje, de un multiculturalismo adverso y los diversos matices éticos que se confabulan y unen cuando un misterio se devela para generar un aire de vacilación y de sospecha, de una incertidumbre a tal grado que es incluso allí, en ese vacío, donde los realizadores han decidido concluir la obra.
Con la siempre esperada manifestación de talento en la construcción y dirección de sus personajes, el ornamento visual (otro de los grandes acentos en el cine de este pasmoso dueto) corre bajo la fotografía de Bruno Delbonnel, cuya labor unifica las diferentes maquetaciones con un tono elegante y explicativo en los diferentes escenarios, ad hoc al diseño de producción de Jess Gonchor que no se queda de lado. La música de Carter Burwell por su parte realza, exagera, media y colorea dependiendo sea la necesidad de la expresividad en pantalla. El montaje es de destacar pues impulsa un ritmo que atrapa con un garbo y soltura pocas veces visto en este tipo de películas. Ya sea con meras acciones o un ejemplar uso en la abundancia en diálogos, siempre avanza, no se detiene ni decae. Su homogeneidad abraza y guia por un camino multifacético que demuestra interés a cada paso.
Al final, La Balada de Buster Sruggs resulta ser el cántico de la tradición estadounidense, de la tan anunciada y tan vendida esperanza que nunca acaba de llegar pero que siempre se avista ya sea como espejismo o como prédica moral, religiosa y política. Dentro de estos agraciados cuentos los Coen exhiben sus años dentro del mundo del séptimo arte, desnudan sus cicatrices y hacen sudar la exigua conciencia de su gente; combustible que ha llenado los recipientes de su imagen como cineastas de culto. El laberinto, pues, que se inicia con su tan dispar vaquero nos entreteje en un mundo que siempre se contradice, siempre se contrapone y siempre se exterioriza como poderoso a pesar de toda su ignominia y todos sus temores. Justo como nuestros vecinos del norte.
La Balada de Buster Scruggs
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