Pearl Jam. Foro Sol. México. 2011.
24/Nov./2011
Los rumores siempre fueron altos, su retorno sumamente esperado, deseado. Sin embargo, no fue sino hasta mediados de este 2011 que la nota oficial de su retorno apuntaló los deseos de todos sus seguidores. ¿El pretexto?, la gira de sus 20 años; el recuento de las dos primeras décadas de carrera: logros y derrotas, buenas, pobres y medianas producciones que a pesar de los problemas internos dentro de la agrupación, han salido a flote y se han manifestado con bríos de voluntad y carácter. Lejos, eso es claro, han quedado los muchachos rebeldes de Seattle que lograban perfectamente romper las fronteras del escenario con el sitio de la audiencia hipnotizando e hipnotizándose cuasi ritualmente con su música. No obstante, restos de esas fuerzas y electricidad aún permean su estilo y forma…
La cita fue en esta ocasión una jurisprudencia tres veces mayor a la de las dos ocasiones anteriores, una noche templada y la ilusión a punto de ser extinguida de 60,000 almas reunidas para escucharles y celebrar en conjunto estos 4 lustros de mutua compañía.
Eran aproximadamente las 20:00 horas cuando el silencio se rompió por parte de “X”, legendaria banda Angelina de Punk, la cual no caló del todo en el gusto de la audiencia; un ligero sentido de hastío logró sentirse con ciertas rechiflas que terminaron por volverse aplausos cuando en su última ejecución, el propio Eddie Vedder subió al escenario para acompañarlos. El silencio entonces, al termino de esta monótona apertura, clamó de nuevo por su fin. Y es que todos los presentes sabían que la espera, esa larga espera de 6 largos años estaba por concluir. No obstante, pasaría casi media hora para que las luces se apagaran de tajo y todo comenzará a “liberarse”, redimirse. Para que las notas emprendiesen el camino y el coro de sesenta mil gargantas se gestará inmediatamente.
La selección de canciones se fue suscitando con un sano equilibrio entre éxitos y las canciones más gustadas por parte de los fanáticos presentes. Un repaso a sus primeros 5 discos en la primera parte del concierto fue una muestra total de la experiencia aprehendida en todos estos años; las baladas y las canciones más rockeras se fueron tomando suavemente de la mano a la vez que la masa se movía casi litúrgicamente con el balanceo de los compases de cada melodía y uno que otro ya considerado himno. El manejo, no ya del escenario, sino de la audiencia fue claro y preciso para que el vaivén de emociones comenzará a germinar con suspenso mientras algunas piezas, quizá para un sector más perito en la agrupación, se iba dando paso. La primera parte concluyó, entonces, no sólo con algunas de las piezas más esperadas por los fans, sino también con la introducción de una canción nueva por parte de la banda. Un obsequio de lo que quizá termine siendo el tan anunciado nuevo disco.
Entre la oscuridad y la expectativa un tanto falsa –es ya de todos conocido que la banda sale por lo menos dos veces más al escenario– se fueron generando las listas de canciones en cada uno de los asistentes para el cierre. La espera no fue larga, Eddie Vedder en plan solitario salió al escenario para brindar una balada, seguida de otra ya con la entera agrupación. Y con el sentimiento a flor de piel (la hermandad cercada), de nuevo la energía golpeo indistintamente los estribos para que el coro multitudinario de nuevo descargara la fuerza, la saña y el furor. Fue así como entre éxitos de antaño y una de sus canciones más recientes, el primer encore concluyó. Las luces de nuevo se extinguieron al horizonte.
El final, ahora sí, se olía cerca. La lista mental de cada uno debía irse reduciendo, las posibilidades podían emerger con cierto temor. El primer corte –ya disponible en la red– de sus próximo material resonó para gusto de muchos y sorpresa de otros. Fue así como comenzó la curvatura final del concierto que se fue apaciguando entre canciones pocas veces interpretadas en vivo y covers muy bien conocidos por los fanáticos, pero que no habían sido interpretados en sus anteriores visitas al país. Cabe resaltar que en uno de ellos, original del abuelo del “Grunge” “Neil Young”, los vasos de cerveza comenzaron a volar por todo el foro, haciendo que una lluvia amarilla de cartón brindará una belleza inusitada a todo lo que se había ido presentando en una muy sentimental velada rockera. Ya calmados los tenores de tan improvisada acción –argumentos que sólo pueden verse y sentirse en estas latitudes del globo– el concierto terminó con dos canciones calmas. El último respiro fue la tradicional melodía que interpretan para cerrar la gran mayoría de sus conciertos.
El regreso a casa no fue el más fácil y dócil. Entre el clamor del frío, las múltiples peleas encontradas en el camino de retorno y los recuerdos de una ejecución apasionada por parte de una banda que, una vez más, se entregó por completo a un público que los ha mantenido allí, donde se guardan los mejores momentos –momentos que se rememoran y siempre se esperan volver a vivir–, sólo falta por saber cuántos años más pasarán para volverlos a tener cerca. Esperemos, ansiosamente, que no muchos.
SETLIST: Relesase. Last Exit. Severed Hand. Corduroy. Given To Fly. Brain Of J. Elderly Woman Behind The Counter In A Small Town. Faithfull. Even Flow. Setting Forth. Unthought Known. Red Mosquito. Daughter. Of The Earth. Nothingman. Better Man. Porch. ENCORE 1: Just Breathe. Off He Goes. Do The Evolution. Black. Spin The Black Circle. The Fixer. Jeremy. Why Go. ENCORE 2: Olé. Last Kiss. Leash. Alive. Rockin' In The Free World. Indifference. Yellow Ledbetter.