EL AMOR ES ODIO
Tercera entrega de esta terca aventura de cariño ensombrecido por un natural resentimiento.
NO CONFIÓ EN MÍ.
No confió en mí cuando salgo a visitar la eterna costumbre que te rodea, que me rodea, que nos mantiene rodeándonos día a día; entre los brazos del sol y los cantos de esa nube que asegura una tarde de lluvia.
No confió en mí, debido a ti. Por la eterna costumbre que has impuesto aún cuando la lluvia no aparece. No puedo, aun así asegure el odio que te tengo (porque acostumbrado estoy a gritarlo al medio día). ¡Cuanto te odio, cuanto daño me has hecho! ¿Porque no te mueres?, o mejor aun, ¿porque no visitas mi odio? Te puedo llevar de la mano en mis visitas a la eterna costumbre que me has dictado; cuando grito como un loco que te odio, cuando lo hago tan sólo para que sepan que algún día te ame y yo me recuerde, brevemente, que aún suelo hacerlo cuando más te odio.
No confió en mí, debido a ti; eterna costumbre que me rodea y me alienta a seguir amando la muerte, a pesar de la vida, a pesar de ti; que tanto odio y quiero vida mía.
ANHELO.
Que más quisiera yo que dejar de quererte; que dejar de soñarte, de pensarte, de reírte. Pero ayer lo hice ¿sabes? Mientras te engañaba con el abrigo olvidado del día en que dejaste de soñarme, de pensarme, reírme, quererme.
Que más quisiera yo que dejar de vivirme. (De habitarte).
UN PEQUEÑO ESPACIO.
Te quiero cuando no te quiero y te amo cuando dejo de quererte.
¿Ves? Siempre guardo, en mi corazón, un pequeño espacio para tenerte.
Tercera entrega de esta terca aventura de cariño ensombrecido por un natural resentimiento.
NO CONFIÓ EN MÍ.
No confió en mí cuando salgo a visitar la eterna costumbre que te rodea, que me rodea, que nos mantiene rodeándonos día a día; entre los brazos del sol y los cantos de esa nube que asegura una tarde de lluvia.
No confió en mí, debido a ti. Por la eterna costumbre que has impuesto aún cuando la lluvia no aparece. No puedo, aun así asegure el odio que te tengo (porque acostumbrado estoy a gritarlo al medio día). ¡Cuanto te odio, cuanto daño me has hecho! ¿Porque no te mueres?, o mejor aun, ¿porque no visitas mi odio? Te puedo llevar de la mano en mis visitas a la eterna costumbre que me has dictado; cuando grito como un loco que te odio, cuando lo hago tan sólo para que sepan que algún día te ame y yo me recuerde, brevemente, que aún suelo hacerlo cuando más te odio.
No confió en mí, debido a ti; eterna costumbre que me rodea y me alienta a seguir amando la muerte, a pesar de la vida, a pesar de ti; que tanto odio y quiero vida mía.
ANHELO.
Que más quisiera yo que dejar de quererte; que dejar de soñarte, de pensarte, de reírte. Pero ayer lo hice ¿sabes? Mientras te engañaba con el abrigo olvidado del día en que dejaste de soñarme, de pensarme, reírme, quererme.
Que más quisiera yo que dejar de vivirme. (De habitarte).
UN PEQUEÑO ESPACIO.
Te quiero cuando no te quiero y te amo cuando dejo de quererte.
¿Ves? Siempre guardo, en mi corazón, un pequeño espacio para tenerte.
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