Replicantes.

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España, 2009.

Sunset Boulevard

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domingo, 2 de septiembre de 2007

Sangre/ La vida no es un Sueño

EL AMOR ES ODIO

Primera entrega de prosas libres que he realizado con mucho rencor. El Amor es Odio, me digo ocasionalmente para sobrellevar los fracasos (míos), que veo en el éxito de los otros y no tanto en mis propias derrotas.

SANGRE.

Claro que me gusta hablar de la sangre. Al fin de cuentas es de lo que estoy hecho. No creo en eso de que estemos hechos de amor, de amor de Dios. ¿Quién es él? ¿Alguien conoce o ha visto a ese señor? Tan famoso él que en ocasiones nos recuerda que no es él quien se despide, sino que nosotros nos alejamos de la sangre que nos dio.
Claro que me gusta la sangre, es lo que corre por mis venas. Es lo que en ocasiones detienes y en muchas otras, haces girar en pena.
Es parte de las cosas útiles, reales. De las que dan la vida y la quitan en un mísero instante.
Me gusta, me gusta mucho hablar de ella, casi tanto como me gustas tú. Porque tu la dominas; más que yo, más que el resto, más que ese señor, ese señor Dios que dicen por ahí que nos ama y nos colma de amor (más que de sangre).
También me gusta su color, ese tono marchito que en otros ojos recuerda el esmalte manzana. Ese símbolo de pecado y culpa eterna que nos impusiera ese mismo señor que no deja de pensarnos, cuestionarnos y según muchos de querernos.
¿Captas? Es probable que en realidad exista, ¿Quién sabe? ¿Lo imaginas? ¿Que ese mito de eternidad fuera cierto, palpable, manifiesto en el algún momento?
Si así fuese, a lo mejor fue él quien nos junto desde su imaginación antes de que nos diera la vida. La vida con la sangre que hoy te obsequio, antes que pensar en él, para tan sólo eternamente amarte en nuestro silencio de fe.

LA VIDA NO ES UN SUEÑO.

Que frase tan estupida esa de que la vida es un sueño.
Me niego a creerla, a pensarla siquiera. ¿Te imaginas? Después de lo que nos hemos dañado. Así, de la nada, despertar; saber que nunca lo fuimos, que nunca estuvimos.
¿Por que nos costamos tanto entonces?
No, no, la vida no debe ser un sueño. No lo es; no dolería.
Quien dijo eso no sabe lo que es amar a alguien con la costumbre del odio que se forma a través del pesado humo de los años.
La vida no es un sueño amor, no lo es. Pero si un día quieres que lo diga, puedo redimir mi escritura (que amo tanto) y decirte al oído esa frase burda, absurda, sombría.
La vida es un sueño, es un sueño amor si así lo quieres.
Lo creeré contigo; pero será hasta el día en que despierte y aún estés ahí, dormida, a mi lado, conmigo, después de la noche anterior donde nos tuvimos.

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