EL AMOR ES ODIO
Cuarta entrega…
NOSOTROS.
Nosotros somos los que no dejamos en paz al amor, amor mió.
Cuando peleamos, cuando reímos, cuando nos contentamos. Cuando te abandono y cuando regreso con la ropa sucia y me perdonas después de que me traicionaras con aquel.
Nosotros somos los que no dejamos dormir el amor.
Cuando nos gritamos, él agacha su mirada y triste recoge esos pedazos de corazón que hemos cristalizado con el banal paso del tiempo.
Cuando nos besamos, ligeramente una sonrisa se tuerce en su boca. No ríe, ni cree en nosotros. Sabe que no será para siempre, sabe que habremos de hacernos daño una vez más, todos los días, todas las horas, toda la vida.
Nosotros somos los que hablamos con el silencio guardado de los años. Sabemos que nos odiamos y aún así, nos seguimos queriendo y revolcando en la cama un par de noches cada mes, cada vez que nos odiamos tanto.
Nosotros somos los que torturamos el amor.
Los que siempre lo ponemos en duda y al final le damos una sorpresa con un beso falso, en un falso sueño. Cuando te quiero y me quieres, cuando te veo caminar y me ves verte caminando. Cuando lo digo y tú lo guardas en tu mirada, con la respuesta que todo hombre cansado quisiera escuchar antes de seguir matando al amor.
Nosotros somos los que cansamos al amor, lo agotamos hasta sangrarlo.
Cuando reñimos y te insulto, y lloras, y me pegas, y me arrepiento y en vez de un beso, un abrazo, te dejo sola y me voy corriendo a engañarte con cualquiera. O cuando en las noches en sueños digo tu nombre y tú lo escuchas, y me tapas, y me das un beso que jamás sabré fue dado. Cuando te hago feliz y cuando tu me haces odiarte.
Nosotros somos los que no creemos en el amor.
Porque cuando te recuerdo, tan sólo lo distraigo para que puedas engañarme. Para que no recoja la sangre de nuestra traición. Porque cuando me piensas, bosteza por verme tomando una cerveza en vez de estar contigo, en los brazos de quien yo elegí, sería no él, ni yo, ni tú, sino nosotros.
Nosotros los que no amamos el amor. Un par de malditos, celosos y narcisistas amantes, que tan sólo nos amamos entre nosotros, sin la necesidad del amor.
A VECES.
A veces me pregunto que tanto sé usar este lenguaje cuando te digo; Te quiero.
De una u otra forma sé que te estoy mintiendo.
A veces no, no siento eso por ti; no lo siento. Quisiera estar solo; debería de decir.
Al contrario, en otras ocasiones; tampoco lo siento. Me rebasa el sentimiento, es incontenible, quisiera matarte, quisiera darte un beso pero no, no lo confieso.
Sábelo
A veces me pregunto que tanto sé decirte que Te quiero.
Cuarta entrega…
NOSOTROS.
Nosotros somos los que no dejamos en paz al amor, amor mió.
Cuando peleamos, cuando reímos, cuando nos contentamos. Cuando te abandono y cuando regreso con la ropa sucia y me perdonas después de que me traicionaras con aquel.
Nosotros somos los que no dejamos dormir el amor.
Cuando nos gritamos, él agacha su mirada y triste recoge esos pedazos de corazón que hemos cristalizado con el banal paso del tiempo.
Cuando nos besamos, ligeramente una sonrisa se tuerce en su boca. No ríe, ni cree en nosotros. Sabe que no será para siempre, sabe que habremos de hacernos daño una vez más, todos los días, todas las horas, toda la vida.
Nosotros somos los que hablamos con el silencio guardado de los años. Sabemos que nos odiamos y aún así, nos seguimos queriendo y revolcando en la cama un par de noches cada mes, cada vez que nos odiamos tanto.
Nosotros somos los que torturamos el amor.
Los que siempre lo ponemos en duda y al final le damos una sorpresa con un beso falso, en un falso sueño. Cuando te quiero y me quieres, cuando te veo caminar y me ves verte caminando. Cuando lo digo y tú lo guardas en tu mirada, con la respuesta que todo hombre cansado quisiera escuchar antes de seguir matando al amor.
Nosotros somos los que cansamos al amor, lo agotamos hasta sangrarlo.
Cuando reñimos y te insulto, y lloras, y me pegas, y me arrepiento y en vez de un beso, un abrazo, te dejo sola y me voy corriendo a engañarte con cualquiera. O cuando en las noches en sueños digo tu nombre y tú lo escuchas, y me tapas, y me das un beso que jamás sabré fue dado. Cuando te hago feliz y cuando tu me haces odiarte.
Nosotros somos los que no creemos en el amor.
Porque cuando te recuerdo, tan sólo lo distraigo para que puedas engañarme. Para que no recoja la sangre de nuestra traición. Porque cuando me piensas, bosteza por verme tomando una cerveza en vez de estar contigo, en los brazos de quien yo elegí, sería no él, ni yo, ni tú, sino nosotros.
Nosotros los que no amamos el amor. Un par de malditos, celosos y narcisistas amantes, que tan sólo nos amamos entre nosotros, sin la necesidad del amor.
A VECES.
A veces me pregunto que tanto sé usar este lenguaje cuando te digo; Te quiero.
De una u otra forma sé que te estoy mintiendo.
A veces no, no siento eso por ti; no lo siento. Quisiera estar solo; debería de decir.
Al contrario, en otras ocasiones; tampoco lo siento. Me rebasa el sentimiento, es incontenible, quisiera matarte, quisiera darte un beso pero no, no lo confieso.
Sábelo
A veces me pregunto que tanto sé decirte que Te quiero.
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